EL PODER DE LA PALABRA
- Los votos- Normas acerca de promesas: Entonces Moshé habló con los jefes de las tribus de los hijos de Israel. Él dijo: Aquí está lo que Hashem ha ordenado: Cuando un hombre hace un voto a Hashem o formalmente se obligue a él mismo por hacer un juramento, no romperá su palabra, sino que hará todo lo que él dijo que haría. Cuando una mujer hace un voto a Hashem, formalmente obligándose a sí misma, mientras ella es una menor viviendo en la casa de su padre; entonces, si su padre ha oído lo que ella juró o se obligó a sí misma hacer y mantiene su Shalom, entonces todos sus votos permanecerán firmes – toda obligación a la que ella se ha hecho sujeta permanecerá firme. Pero si en el día que su padre lo oiga, él expresa su desacuerdo, entonces ninguno de sus votos u obligaciones con los cuales ella se ha comprometido a sí se mantendrán; y Hashem la perdonará, porque su padre expresó su desacuerdo. Se detallan las diferentes categorías de votos que pueden hacer las personas, quién tiene la autoridad para anularlos y cómo deben cumplirse.
- La guerra contra Midián (Madián): Hashem le habló a Moshé, diciendo: Toma revancha por los israelitas contra los midianitas, y luego fallecerás, te unirás con los tuyos. Entonces Moshé le habló al pueblo, diciendo: Armen hombres de ustedes para el ejército, que ataquen a Midián para infligir la venganza de Hashem contra Midián. 41000 hombres de cada tribu de Israel deben ser enviados al Ejército, Incluyendo la tribu de Leví. De los miles de israelitas, 1000 de cada tribu fueron alistados en el ejército: 12.000 hombres se armaron para el ejército. Moshé envió al ejército a 1000 hombres de cada tribu; a ellos junto con Pinjás, hijo del Sacerdote Elazar. Los instrumentos y las trompetas para hacer resonar estaban bajo su autoridad. Hicieron la guerra contra Midián, tal como Hashem le ordenara a Moshé, y mataron a todos los hombres. Junto con sus otras víctimas, también mataron a los reyes de Midián: Eví, Rékem, Tzur, Jur y Reva, los cinco reyes de Midián y también mataron a espada a Bilam, hijo de Beor. Los israelitas tomaron cautivas a las mujeres de Midián y a sus niños; y a todos sus animales, todos sus ganados y todas sus pertenencias los tomaron como botín. Todas las ciudades en que habitaban y todos sus palacios los quemaron a fuego. Tomaron todo el botín y todos los cautivos, tanto de personas como de animales. Se describe la campaña militar contra las tribus de Midián en represalia por su papel en la incitación al pecado del pueblo israelita. Se detallan las instrucciones divinas sobre cómo llevar a cabo la guerra, la distribución del botín y la purificación ritual posterior.
- Purificación de utensilios y vestimentas: El Sacerdote Elazar les dijo a los soldados que fueron a la guerra: Éste es el decreto de la Torá que Hashem le ordenó a Moshé: En cuanto a los utensilios de oro, plata, cobre, hierro, estaño y plomo, requieren una purificación adicional: cualquier utensilio de metal que se emplea sobre el fuego, deben pasarlo por el fuego, para purgarlo de los vestigios de alimentos impuros, y así quedará puro; pero también se lo debe sumergir en una fuente de agua de fuente natural. Y los utensilios que no fueran utilizados sobre el fuego, alcanza sólo con sumergirlos en una mikve. Al séptimo día, ustedes, deben sumergirse en una mikve de agua y deben sumergir sus ropas. Así completarán el proceso de purificación y después podrán ingresar al campamento, cuando sea necesario, podrán ingresar al campamento sacerdotal, o sea al área del Tabernáculo.
- Repartiendo el botín de guerra: Hashem le habló a Moshé, diciendo: Haz el inventario del botín que tomaron, tanto de personas como de animales. Hazlo tú con el Sacerdote Elazar y los jefes patriarcales de la comunidad. Luego, divide el botín por la mitad, entre los soldados que salieron a la guerra por un lado y toda la comunidad por el otro. De lo que les toque a los guerreros, tanto en prisioneros como de ganado vacuno, de asnos y de ganado menor, toma uno de cada quinientos como tributo para Hashem. Toma dicho tributo de la parte que les corresponde a ellos, y entrégaselo al Sacerdote Elazar como ofrenda para Hashem. Y de la mitad perteneciente a los israelitas toma uno de cada cincuenta, tanto de la gente como de ganado vacuno, de asnos y de ganado menor, de todos los animales, y entrégaselo a los levitas, encargados de la custodia del Tabernáculo de Hashem. Moshé y el Sacerdote Elazar hicieron tal como Hashem le ordenara a Moshé. Se presentan las instrucciones para la distribución de las tierras conquistadas a las tribus de Israel, incluyendo la designación de ciudades para los levitas y la asignación de territorios específicos a cada tribu.
- Inventario del botín de la guerra contra Midián: Además de los objetos que los soldados tomaron para sí, el botín consistía en: ganado menor, 675.000 cabezas; ganado vacuno, 72.000 cabezas; asnos, 61.000 (cabezas; y 32.000 personas, mujeres que nunca cohabitaron.
- Donación de los soldados: De todo eso, lo que sigue es la mitad correspondiente a los soldados: ganado menor, 337.500 cabezas, y el tributo de ganado menor para Hashem fue de 675 cabezas. De ganado vacuno había 36.000, de los cuales entregaron 72 como tributo para Hashem. De asnos había 30.500, de los cuales entregaron como tributo para Hashem 61. Y había también 16.000 personas, de las cuales entregaron 32 como tributo para Hashem. Moshé entregó el tributo de la ofrenda de Hashem al Sacerdote Elazar, tal como Hashem le ordenara a Moshé.
- Las tribus al oriente del Iardén (Jordán): Los descendientes de Reuvén (Rubén) y de Gad tenían mucho, muchísimo, ganado. Cuando observaron la tierra de Iazer y la tierra de Guilad, ubicadas al este del Jordán vieron que el lugar era apto para ganado. Entonces los descendientes de Gad y de Reuvén fueron y le hicieron el siguiente pedido a Moshé, al Sacerdote Elazar y a los jefes de la comunidad: Los territorios enemigos de, Atarot, Divón, Iazer, Nimrá, Jeshbón, Elalé, Sevam, Nevo, y Beón, todos ubicados al este del Jordán, la tierra que Hashem castigó ante la comunidad de Israel, es tierra apta para ganado, y nosotros tus servidores tenemos mucho ganado. Y le dijeron: Si nos hemos congraciado contigo, que esa tierra nos sea entregada a nosotros tus servidores. Los miembros de las Tribus de Reuvén y Gad pidieron permiso a Moshé para construir corrales para sus ganados y ciudades para sus hijos. Moshé les respondió que construyesen primero ciudades para sus hijos y sólo luego corrales para sus ganados. Y justamente, en opinión de los Sabios, el hecho de haber sobreestimado sus bienes materiales fue la causa de su infortunio, porque si bien fueron las primeras Tribus en asentarse en su propio territorio, también fueron las primeras Tribus en ser desterradas y enviadas al exilio.
HAFTARÁ
Oye la palabra de Hashem, casa de Ya'akov y todas las familias en la casa de Israel; Así dice Hashem: ¿Qué es lo que sus padres encontraron mal en Mí, para hacerlos irse tan lejos de mí, para hacerlos irse tras vanidades y convertirse ellos mismos en vanos? Ellos no preguntaron: ¿Dónde está Hashem, quien nos sacó de la tierra de Mitzrayim, quien nos condujo por el desierto, a través de una tierra despoblada y de barrancos por una tierra de sequía y de sombra de muerte, por medio de una tierra por donde nadie viaja y donde nadie nunca ha vivido? Yo los traje a una tierra fértil para que disfrutaran sus frutos y todas sus cosas buenas; pero cuando entraron, ustedes profanaron mi tierra e hicieron de mi herencia una abominación. Los kohanim no preguntaron: ¿Dónde está Hashem? Aquellos que se ocupan de la Toráh no me conocieron, los pastores también pecaron contra Mí; los profetas profetizaron por Baal, y fueron tras cosas de ningún valor. Hashem se lamenta por la infidelidad del pueblo y les advierte de las consecuencias de su actuar. El pueblo de Israel se niega a regresar a Hashem y prefiere seguir a otros dioses. Hashem llama al pueblo de Israel a regresar a Él y promete perdonar sus pecados
BRIT HADASHÁ
Después que Yeshua dijo todo esto, se fue con sus talmidim al otro lado del torrente que fluye en invierno por el Valle Kidron, a un lugar donde había una arboleda, y El y sus talmidim entraron en ella. Ahora bien, Yahudáh, el que le estaba traicionando, también conocía el lugar porque Yeshua iba a menudo a reunirse allí con sus talmidim. Por lo tanto, Yahudáh fue allí, llevando un destacamento de soldados Romanos y algunos guardias del Templo suministrados por los principales kohanim y los Perushim; ellos llevaban armas, lámparas y antorchas. Yeshua, que sabía todo lo que le iba a suceder, salió y les preguntó: ¿A quién quieren? Yeshua de Netzaret, ellos respondieron. Él les dijo: YO SOY. También con ellos estaba Yahudáh, el que le estaba traicionando. Cuando Él dijo: YO SOY, ellos retrocedieron y cayeron en la tierra. De modo que les preguntó otra vez: ¿A quién quieren? Y ellos dijeron: Yeshua de Netzaret. Ya les dije: YO SOY, respondió Yeshua, pues si Yo soy el que quieren, dejen que estos se vayan. Esto sucedió para que lo que Él había dicho fuera cumplido: No he perdido ninguno de los que me diste. Entonces Shimeon Kefa, que tenía una espada, la sacó, e hirió al esclavo del kohen hagadol, cortándole la oreja derecha; el nombre del esclavo era Melej. Yeshua le dijo a Kefa: Pon tu espada de vuelta en la funda. Esta es la copa que el Padre me ha dado, ¿no me la beberé? De modo que el destacamento de los soldados Romanos y su capitán, junto con los guardias del Templo de los Yahudim, arrestaron a Yeshua, lo ataron y lo llevaron primeramente a Anan, el suegro de Kayafa, que era kohen gadol ese año profético.
חזק חזק ונתחזק ¡JAZAK, JAZAK VENITJASEK! ¡Sé fuerte, sé fuerte y nos fortaleceremos !
