El 10 de Tevet, conocido como Asara Betevet, es una fecha significativa en el calendario hebreo que marca un momento de lamento y reflexión para el pueblo de Israel. Este día, que se observa como un ayuno, rememora el inicio del asedio de Jerusalén por las fuerzas babilónicas en el año 588 a.C., un evento que precedió la destrucción del Primer Templo. Aunque se considera un «ayuno menor» en comparación con otras fechas más solemnes, su importancia histórica y espiritual no debe subestimarse. Vamos a profundizar en los aspectos clave de este día, incluyendo su mención en la profecía de Zacarías, el punto de vista de los sabios, la forma en que se celebra el ayuno y la conexión mesiánica que ha cobrado relevancia en los tiempos modernos. El segundo libro de los Reyes nos relata lo siguiente:
En el año noveno del reinado de Sedequías, a los diez días del mes décimo, Nabucodonosor, rey de Babilonia, marchó con todo su ejército y atacó a Jerusalén. Acampó frente a la ciudad y construyó torres de asalto a su alrededor. La ciudad estuvo sitiada hasta el año undécimo del reinado de Sedequías.
Melajim Bet [2 Reyes] 25:1-2
Es así, como este día, se registró en la historia del pueblo y marcaría el inicio de un desenlace doloroso. El profeta Zacarías, en su libro, hace alusión a los ayunos establecidos en memoria de los eventos trágicos que marcaron la historia de Israel. En Zacarías 8:19, se menciona que los ayunos de los meses de Tishrei, Tevet, Av y Tamuz se convertirán en días de alegría y regocijo en los tiempos mesiánicos. Esta profecía es clave, ya que refleja la esperanza de que, a pesar de los sufrimientos pasados, llegará un tiempo en el que estos días se transformarán en momentos de alegría debido a la restauración de Jerusalén y la llegada del Mesías. Así, el 10 de Tevet no es solo un día de lamento, sino también un día de esperanza, anticipando la redención futura.
LA VISIÓN DE LOS SABIOS
Los sabios del Talmud, en el tratado de Ta’anit (4:6), discuten sobre los diferentes ayunos y su importancia. El 10 de Tevet se clasifica como un «ayuno menor» (Taanit Katan), en comparación con otros días de ayuno, como Yom Kipur o el 9 de Av. La razón de esto se debe a que, aunque el día conmemora el comienzo del asedio a Jerusalén, la destrucción del Templo y el exilio, estos eventos no ocurrieron de inmediato en este día. Sin embargo, los sabios enfatizan que el 10 de Tevet es un recordatorio de la creciente adversidad que culminaría en la pérdida de la independencia de Israel y la devastación de la ciudad santa.
El 10 de Tevet tiene un profundo significado en términos espirituales. Algunos místicos judíos ven este día como un momento para reflexionar sobre la pérdida de la Shejiná (la presencia divina) en el Templo y la importancia de la reparación espiritual. La conexión con el exilio de Israel y la destrucción del Templo invita a una introspección sobre las razones que llevaron a tal calamidad, como la falta de unidad y la idolatría.
En el ámbito cabalístico, este día está relacionado con el proceso de teshuvá (arrepentimiento) y la reparación de las almas. La destrucción del Templo es vista como un reflejo del exilio de la presencia divina en el mundo, y el ayuno en este día se entiende como un medio para acercarse nuevamente a Dios, restaurar la conexión con Él y prepararnos para la redención.
LA PRÁCTICA DEL AYUNO
El ayuno de Asara Betevet sigue el mismo formato que otros ayunos menores, como el ayuno del 17 de Tamuz. Comienza al amanecer y concluye con la aparición de las estrellas, durante este tiempo los practicantes se abstienen de comer, beber, y realizar actividades placenteras. Las selijot (oraciones de arrepentimiento) se recitan en la mañana y a menudo se agregan oraciones especiales que claman por la restauración de Jerusalén y la reconstrucción del Templo. En algunas comunidades, se recitan también los Kaddish y Hineni como expresión de súplica por la misericordia divina.
El 10 de Tevet se considera un «ayuno menor» en parte porque, a diferencia de otros ayunos como Yom Kipur o el 9 de Av, no conmemora la destrucción del Templo en sí, sino el inicio del asedio a Jerusalén. Esto le da un carácter menos solemne, pero no menos significativo. A pesar de ser considerado «menor», este ayuno sigue siendo importante para recordar el sufrimiento del pueblo judío y su relación con Dios, además de ser un día para buscar la redención a través del arrepentimiento.
LA CONEXIÓN CON EL MESÍAS
A lo largo de los siglos, el pueblo de Israel ha infundido un significado mesiánico en el 10 de Tevet. Como se mencionó anteriormente, la profecía de Zacarías habla de la transformación de los ayunos en días de regocijo en la era mesiánica. Este día, que comenzó con el dolor del asedio y la eventual destrucción del Templo, es también un recordatorio de que, en el futuro, todos los días de ayuno se convertirán en días de alegría cuando retorne el Mesías. Yeshua enseña en Lucas:
»Ahora bien, cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que su destrucción ya está cerca. Entonces los que estén en Judea huyan a las montañas, los que estén en la ciudad salgan de ella, y los que estén en el campo no entren en la ciudad. Ese será el tiempo del juicio cuando se cumplirá todo lo que está escrito. ¡Ay de las que estén embarazadas o amamantando en aquellos días! Porque habrá gran aflicción en la tierra y castigo contra este pueblo. Caerán a filo de espada y los llevarán cautivos a todas las naciones. Los que no son judíos pisotearán a Jerusalén, hasta que se cumplan los tiempos señalados para ellos... Cuando comiencen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su redención.
Lucas 21:20-24; 28
Yeshúa habla del futuro regreso de Jerusalén a los judíos, lo que se interpreta como una alusión a la restauración que los profetas, incluido Zacarías, predijeron. El 10 de Tevet, en este sentido, no solo recuerda el sufrimiento pasado, sino que también es un día de anticipación, donde los creyentes en Yeshúa ven el cumplimiento de la profecía en la restauración de Israel y el retorno del Mesías.
El 10 de Tevet es un día que invita tanto al lamento como a la esperanza. Aunque es un día de ayuno menor, su significado profundo se extiende mucho más allá de la simple conmemoración de una tragedia histórica. Es un día para reflexionar sobre el pasado, arrepentirse por las fallas que condujeron al exilio, pero también para anticipar el futuro, el tiempo de la redención y la restauración de Jerusalén. A través de los secretos revelados por los sabios y los profetas, el 10 de Tevet nos llama a recordar la promesa de la redención mesiánica, una redención que sigue siendo una esperanza viva para el pueblo de Israel y el mundo entero.
צוֹם קַל ¡TZOM KAL! ¡Deseamos que tengas un ayuno ligero!