PURIFICACIÓN COMPLETA
- Metzorá: Proviene de la expresión “Motzi Rá” que se puede traducir como: “Esparcir el mal”; ¿Cómo se esparce? Por medio de “Lashón HaRá” (lengua del mal); en otras palabras, este mal se proyecta a través del chisme, la difamación; y cuyo efecto provocaba lo que comúnmente se conocía como la lepra. Además; el término “Tzarat” comparte el mismo origen de la expresión: “Tzarut Ayin” cuyo significado es Celos y Codicia. Los celos y la codicia producen este “mal hablar”; que impurifica no sólo la piel, sino todos los órganos internos.
- Acerca de la purificación de los afectados de Tzaraat: Hashem dijo a Moshé: Esta será la ley referente a la persona afligida con tzaraat en el día de su purificación: Será traído al kohen, y el kohen irá fuera del campamento y lo examinará allí. Si él ve que las llagas del tzaraat han sanado en la persona afligida, entonces el kohen ordenará que dos aves vivas sean llevadas para ser purificado, junto con madera de cedro, hilo escarlata y hojas de orégano. El kohen ordenará sacrificar una de las aves en una olla de barro sobre agua corriente. En cuanto al ave viva él la llevará con la madera de cedro, hilo escarlata y hojas de orégano y los mojará con la sangre del ave sacrificada y todo lo sumergirá en agua corriente, y rociará a la persona que va a ser purificada del tzaraat siete veces. Después dejará el ave viva en libertad en un campo abierto. Aquel que será purificado lavará sus ropas, rasurará todo su pelo y se bañará en agua. Entonces estará limpio; y después de eso, él puede entrar en el campamento; pero él debe vivir fuera de su tienda por siete días. Al séptimo día él se rasurará todo el pelo de su cabeza, también su barba y cejas, él se rasurará todo su pelo; y lavará sus ropas y se bañará en agua; entonces estará limpio. Al octavo día él tomará dos corderos sin defecto, una cordera en su primer año sin defecto y seis y medio cuartos de harina fina para una ofrenda de grano, mezcladas con aceite de oliva, y dos y media pintas de aceite de oliva. El kohen que lo está purificando a él pondrá la persona que está siendo purificada con todas estas cosas delante de Hashem a la entrada del Tabernáculo del Testimonio.
- Limpieza de la plaga de lepra (tzaraat en viviendas): Hashem dijo a Moshé y a Aharón: Cuando hayan entrado a la tierra de Kenaan (Canaán) la cual les estoy dando como su posesión, y Yo ponga una infección de tzaraat en una casa en La Tierra que ustedes poseen, entonces el dueño de la casa vendrá a decírselo al kohen: Me parece que puede haber una infección en la casa. El kohen ordenará que se desocupe la casa antes que él vaya a inspeccionar la infección, para que todo en la casa no se vuelva inmundo; después, el kohen entrará a inspeccionar la casa. El examinará la infección, y si él ve que está en las paredes de la casa, con depresiones verdosas o rojizas que parecen estar más profundas que la superficie de la pared, él saldrá de la casa a la puerta de ella y sellará la casa por siete días. El kohen vendrá otra vez al séptimo día y examinará la casa; si él ve que la infección se ha extendido por las paredes, él les ordenará remover las piedras infectadas y echarlas en un lugar inmundo fuera de la ciudad. Después, él hará que el interior de la casa sea raspado completamente, y el yeso que raspen será echado fuera de la ciudad en un lugar inmundo. Finalmente, otras piedras serán puestas en el lugar de las primeras piedras y otro yeso será usado para enyesar la casa. Si la infección regresa y brota en la casa después que las piedras hayan sido removidas y la casa raspada y enyesada; entonces el kohen entrará y la examinará. Si él ve que la infección se ha extendido en la casa, es tzaraat contagioso en la casa; es inmunda. Demolerá la casa y tomará sus piedras, madera y yeso fuera de la ciudad a un lugar inmundo.
- Secreciones que causaban impureza (Flujo seminal y la menstruación): Hashem les habló a Moshé y a Aharón, diciendo: Háblenles a los israelitas, diciéndoles: Todo hombre que tenga una secreción de su órgano, dicha secreción será impura. Se torna impuro a través de una secreción de flujo tanto si el miembro deja correr la secreción libremente como si y se adhiere al orificio del miembro. Ésa es su impureza, de modo que una cama sobre la que se acueste el que tiene una secreción de flujo semejante queda impura. Todo aquel a quien toque el que sufre la secreción de flujo antes de haberse sumergido en una mikve este último, deberá sumergirse en agua y sumergir también sus ropas, y quedará ritualmente impuro hasta el anochecer. Cuando el que padece la secreción se purifique, o sea, deje de emitir flujo, deberá contar siete días para su purificación. Entonces deberá sumergirse en agua de manantial y deberá sumergir también sus ropas, y quedará puro. Al octavo día deberá tomar para sí dos tórtolas, o dos palomitas, y se presentará ante Hashem a la entrada de la Tienda del Encuentro, y los entregará al Sacerdote. El Sacerdote ofrendará una como sacrificio Jatat (por la falta) y la otra como sacrificio Olá.
Hashem advierte a los kohanim y el remanente fiel: Entonces las ofrendas de Yahudáh (Judá) y de Yerushalayim (Jerusalén) serán placenteras a Hashem, como eran en días de antaño, como en los años de antaño. Entonces me acercaré a ti en juicio; y seré un testigo que tamiza contra hechiceros, y contra la adúltera, y contra aquellos que juran falsamente por Mi Nombre; contra aquellos que retienen los jornales; y aquellos que oprimen a la viuda y afligen al huérfano; contra aquellos que le roban al extranjero de sus derechos y no me temen a mí, dice Hashem-HaElyon. Pero porque Yo, Hashem, no cambio, tus hijos Ya'akov no serán destruidos. Pero ustedes hijos de Ya'akov, no se han abstenido de las iniquidades de sus padres, ustedes han pervertido mis mitzvot y no los han guardado. Regresen a mí, y Yo regresaré a ustedes, dice Hashem-HaElyon. Pero ustedes preguntan: ¿Referente a qué se supone que regresemos? ¿Puede una persona insultar a Elohim? Sin embargo, ustedes me insultan. Pero preguntan: ¿Cómo te hemos insultado? En la décima parte y en los primeros frutos aún están con ustedes. Ustedes ciertamente vuelven la vista de Mí, y me insultan. El año ha terminado, y ustedes han traído todo el producto a los almacenes.
HAFTARÁ
El profeta Malaquías reprende al pueblo por su infidelidad y apostasía, y les advierte de las consecuencias de su comportamiento. Sin embargo, también ofrece esperanza de un futuro glorioso para aquellos que se arrepienten y se vuelven a Hashem. El juicio de Hashem vendrá y los justos serán salvos. El profeta anuncia que Hashem purificará a los sacerdotes y los hará aptos para ministrar en el templo. Y profetiza que Elías el profeta regresará antes del día del Señor para preparar el camino del Mesías. El profeta promete que Dios bendecirá a aquellos que se arrepientan y le obedezcan. El mensaje del Profeta Malaquías es un llamado al arrepentimiento y a la fidelidad al Eterno. Que debemos estar preparados para ese día. La esperanza de la venida del Mesías nos anima a perseverar en la fe y a vivir una vida obediente al Eterno.
BRIT HADASHÁ
La verdadera Emuna (fe) nos lleva a actuar: Una mujer tenia un mal incurable, padecía hemorragias desde hacía 12 años, siempre estaba sangrando, había gastado todo su dinero en médicos, pero todavía nadie había logrado ayudarla. Se desconocía la causa de la enfermedad, los medicamentos no funcionaban y ella empeoraba. Quizás era un desorden menstrual o uterino que la hacía ritualmente impura (Levítico 15:25-27). Excluyéndola de la mayor parte de sus relaciones sociales con otros judíos. Ya no había solución. Pero un día, la mujer escuchó de Yeshua. En el corazón de esa mujer enferma y desesperada, algo nuevo despertó: la fe, Ella creyó que Yeshua podía salvarla y, por eso, actuó. La mujer con flujo de sangre, con su cuerpo débil y frágil, salió de la casa, se abrió paso entre una gran multitud y se acercó a Yeshua. Un solo toque de su capa era suficiente. Ese era el tamaño de la fe de esta mujer. Sabía que Yeshua era tan poderoso que con solo tocar su talit podría sanarla. Así sucedió y en ese mismo momento, ella quedó curada. Yeshua preguntó quién lo había tocado, pero a los talmidim esta pregunta les pareció ridícula porque a Yeshua lo apretaba una multitud de personas por todos los lados. Era demasiada gente. Pero el toque de la mujer con flujo de sangre fue diferente: fue un toque lleno de fe. La mujer confesó entonces que había sido ella. Esto requirió mucha valentía de su parte, porque las mujeres cuando menstruaban o padecían ese tipo de enfermedades, eran consideradas impuras y debían quedarse en casa sin salir para nada. Contrariamente a las reglas, ella corrió hacia su salvación y fue sanada. Habiendo confesado esto a Yeshua, él la bendijo. A veces nos encontramos con situaciones que parecen imposibles de resolver, problemas demasiado grandes para nuestras limitadas fuerzas. Lo intentamos todo, pero no aparece ninguna solución, por lo que nos sentimos débiles y desesperanzados. Pero no es el final. Yeshua vino a salvarnos y darnos la solución que necesitamos. No nos quedemos quietos, demos el paso: La fe de la mujer con el flujo de sangre fue práctica, porque no se quedó quieta esperando hasta que Yeshua se acercara a ella. Ella salió a su encuentro y trató de acercarse a él. De la misma manera, nosotros también debemos buscar a Hashem en todo tiempo, no solo en tiempos difíciles. No podemos quedarnos de brazos cruzados. La verdadera fe nos lleva a actuar.
