LA MISERICORDIA DE D~OS
- Censo de los israelitas: Hashem le habló a Moshé, diciendo: Cuando censes a los israelitas para establecer su número, no los cuentes uno por uno, sino cada uno deberá entregar una moneda como contribución a Hashem como rescate de su alma, para que no haya ninguna plaga mortal entre ellos a causa del censo. Esto es lo que debe entregar todo aquel que sea censado: Una moneda de plata de medio shekel (de peso). La unidad monetaria para todos los efectos del Santuario es el shekel, el shekel equivale a 20 gueras. (gerah, que era la vigésima parte de un siclo, Ezequiel 45:12), medio shekel como ofrenda a Hashem.
- Ofrenda a Hashem para expiación: Mayores de 20 años deberá aportar ofrenda para Hashem. El rico no dará más ni el pobre dará menos que medio shekel cuando den la ofrenda de Hashem para expiación por sus vidas. Tomarás el dinero de la expiación de los hijos de Israel y lo usas para el servicio del Tabernáculo del Testimonio, para que sea un recordatorio de los hijos de Israel delante de Hashem para expiar por sus vidas.
- Kior (fuente o pileta para el lavado de manos y pies de los Sacerdotes): Hashem dijo a Moshé, Harás la pila de bronce, con una base de bronce, para lavarse. Ponlo entre el Tabernáculo del Testimonio y el altar y pon agua en él. Aharon y sus hijos lavarán sus manos y pies allí, cuando ellos entren al Tabernáculo del Testimonio, se lavarán con agua, para que no mueran.
- La fórmula del aceite de la unción: Hashem dijo a Moshé, toma las mejores especias, 500 shekels de mirra, la mitad de esta cantidad, 250 shekels de canela aromática, 250 shekels de caña aromática, 500 shekels de casia, usa la medida del santuario, y un galón de aceite de oliva y harás de ello un aceite Kadosh de unción; mézclalo y perfúmalo como lo haría un experto perfumero; será aceite Kadosh de unción.
- El uso exclusivo del aceite: Úsalo para ungir el Tabernáculo del Testimonio, el Arca para el Testimonio, la mesa y todos los utensilios, la menorah y todos sus utensilios, el altar del incienso, el altar para las ofrendas quemadas, la pila y su base. Los dedicarás, serán especialmente Kadoshim, y cualquier cosa que los toque será Kadosh. Ungirás a Aharon y a sus hijos, los dedicarás como Kadoshim para servirme a mí en el oficio de kohen. Diles a los hijos de Israel: Este será aceite Kadosh de la unción para mí por todas sus generaciones. No se usará para ungir el cuerpo de una persona; y no harán ninguno como él, con la misma composición de ingredientes, es Kadosh, y tú lo tratarás como Kadosh. Cualquiera que haga una unción como ésta o la use en una persona no permitida será cortado de su pueblo.
- Llamamiento de Betzalel y de Oholiav: Hashem dijo a Moshé: Yo he señalado a Betzalel el hijo de Uri el hijo de Hur, de la tribu de Yahudáh. Yo lo he llenado a él con el Ruaj de Elohim con sabiduría, entendimiento y conocimiento referente a todos los tipos de artesanía. El es maestro en diseño en oro, plata, bronce, 5 cortando piedras preciosas para montar, talla de madera y toda otra arte. Yo también he nombrado como su asistente a Oholiav el hijo de Ajisamaj, de la tribu de Dan. Además, Yo he dotado a todos los artesanos con sabiduría para hacer todo lo que Yo te he ordenado, el Tabernáculo del Testimonio, el Arca para el Testimonio, la cubierta del Arca sobre ella, todo el mobiliario de la tienda, la mesa y sus utensilios, la menorah pura y todos sus utensilios, el altar del incienso, el altar para ofrendas quemadas y todos sus utensilios, la pila y su base, las vestiduras para oficiar, las vestiduras Kadoshim para Aharon el kohen y las vestiduras para sus hijos, para que ellos puedan servir en el oficio de kohen, el aceite de la unción y el incienso de especias aromáticas para el Lugar Makon Kadosh; ellos harán todo conforme Yo te lo he ordenado.
- El día de reposo (Shabat) como señal: Hashem le habló a Moshé, diciendo: Tú, háblales a los israelitas, diciendo: Pero, cuiden Mis Shabat, porque esto es una señal entre Uds y Yo en todas las generaciones. Para que sepan las naciones del mundo, que Yo soy Hashem, quien los santifica a Uds hijos de Israel. Cuiden el Shabat, porque es sagrado para Uds. Quien lo profane será condenado a muerte quien realice algún trabajo prohibido en él, será cortado espiritualmente de su pueblo. Seis días se podrá trabajar, pero el día séptimo será Shabat de Shabatot dedicado a Hashem, quien haga algún trabajo prohibido en el día Shabat, se lo condenará a muerte. Ése el Shabat será la señal perpetua entre los israelitas y Yo. Señal de que en seis días hizo Hashem los cielos y la tierra y en el séptimo día descansó y reposó. Que los israelitas cuiden el Shabat, para hacer del Shabat un pacto eterno para todas las generaciones.
- Hashem le entrega a Moshé las dos tablas del Testimonio: Cuando Él había terminado de hablar con Moshé en el Monte Sinaí, Hashem le dio las dos tablas del Testimonio, tablas de piedra inscritas por el dedo de Elohim.
- Moshé se demora en descender del monte: El pueblo se desesperó debido a la tardanza de Moshé, comenzó a sentirse temeroso y asustado porque Moshé se demoraba en regresar, en vista de que se sentían solos, varios de los que habitaban al pie del Sinaí, le ordenaron a Aharón que les creara dioses a los que ellos pudiesen venerar y seguir su fe.
- El becerro de oro: Cuando el pueblo vio que Moshé se estaba tomando mucho tiempo en descender de la montaña, ellos se reunieron alrededor de Aharon, y le dijeron: Ocúpate, y haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque este Moshé, el hombre que nos sacó de la tierra de Mitzrayim, no sabemos lo que le haya acontecido. Aharon les dijo a ellos: Hagan que sus esposas, hijos e hijas se quiten los aretes de oro; y me los traigan a mí. El pueblo se quitó los aretes de oro y los trajeron a Aharon. El recibió lo que ellos le dieron; lo fundió, y le dio forma de un becerro. Ellos dijeron: Israel, estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Mitzrayim. Al ver esto, Aharon edificó un altar delante de él y proclamó: Mañana será fiesta en honor a Hashem. Al día siguiente se levantaron temprano, ofrecieron sacrificios Olá y Shelamim (de paz), se sentaron a comer y beber; y ellos se levantaron para entregarse a rebeldía. Tehilim/salmo 106:19-22 En Horev hicieron un becerro, adoraron una imagen de metal fundido. Por tanto, cambiaron la Gloria por la imagen de un buey que come hierba. Ellos olvidaron a Elohim, quien los había salvado, quien había hecho grandes obras en Mitzrayim, maravillas en la tierra de Ham, cosas imponentes en el Mar de Suf (Mar Rojo).
- Hashem le informa a Moshé, en la cima del monte, la idolatría del pueblo al becerro de oro: Hashem dijo a Moshé: Desciende, Apúrate, Tu pueblo, al que has sacado de la tierra de Mitzrayim, se ha vuelto corrupto. Tan rápido se han vuelto del camino que les ordené seguir. Ellos tienen una estatua de metal fundido de un becerro, la han adorado, han sacrificado a ella, y han dicho: Israel, aquí está tu dios que te sacó de la tierra de Mitzrayim. Hashem continuó hablando con Moshé: Yo he estado observando a este pueblo, y tú puedes ver lo duro de cerviz que ellos son. Ahora, déjame solo, para que mi ira se pueda encender contra ellos; y Yo ponga fin a ellos. Yo haré una gran nación de ti en lugar de ellos.
- Moshé intercede por el pueblo: Moshé le suplicó a Hashem su Elohim. Él dijo: Hashem, ¿ha de encenderse tu ira contra tu propio pueblo, el cual Tú sacaste de la tierra de Mitzrayim con gran poder y una mano fuerte? ¿Por qué dejar que los Mitzrayimim digan: ¿Fue con intenciones malignas que El los sacó, para matarlos en las montañas y borrarlos de la faz de la tierra?, Vuélvete de tu ira furiosa, Aplácate, No traigas tal desastre sobre tu pueblo. Recuerda a Avraham, a Itzjak y a Israel/Iaacov, Tus servidores, a quienes les juraste por Ti mismo diciéndoles: Incrementaré su descendencia como las estrellas del cielo. Y toda esta tierra de la que les he hablado se la daré a la descendencia de Uds.
- Moshé destruye las Tablas: Moshé desciende del monte, y al ver el acto de idolatría rompe las Tablas. Resulta que cuando se acercó al campamento y vio el becerro y los bailes, ardió el enojo de Moshé, que tiró de sus manos las Tablas y las rompió al pie del monte. Luego agarró el becerro que ellos habían hecho, lo arrojó al fuego y lo molió hasta hacerlo polvo. Y el polvo lo diseminó sobre la superficie del agua, e hizo que los israelitas la tomasen.
- El mérito de los Levitas para llevar a cabo el servicio Divino: Los levitas hicieron como les dijera Moshé, aquel día cayeron unos 3.000 hombres. Moshé les había dicho: Conságrense hoy a Hashem, enfrentando e incluso matando cada uno a su hijo o a su hermano para que Él les dé hoy Su bendición. Al día siguiente Moshé le dijo al pueblo: Ustedes cometieron una grave falta. Ahora yo ascenderé hacia Hashem, quizás pueda obtener el perdón de su falta.
- Moshé implora a Hashem que perdone el pueblo: Moshé retornó hacia Hashem y dijo: Te imploro, Este pueblo ha cometido una grave falta, se hicieron un dios de oro. Y ahora, tan sólo perdona su falta. De lo contrario, bórrame ya de Tu Libro que has escrito. Hashem le respondió a Moshé: Sólo al que haya cometido una falta contra Mí lo borraré de Mi Libro. Ahora anda, guía a este pueblo hacia adonde te indiqué. Mira, Mi ángel irá delante de ti; y el día que haga un balance, su falta la tomaré en cuenta en contra de ellos. Entonces Hashem castigó al pueblo con una plaga, por haber adorado el becerro que hizo Aharón.
- Luego del becerro el pueblo sigue su marcha hacia la Tierra Prometida: Hashem le dijo a Moshé: Anda, asciende tú y el pueblo que sacaste de Egipto, hacia la Tierra sobre la que juré a Abraham, a Itzjak y a Iaacov, diciendo que se la entregaría a sus descendientes. Enviaré delante de ti un ángel para que expulse al pueblo kenaanita, al emorita, al jitita, al prizita, al jivita y al ievusita. Vayan a la tierra de la que fluye leche y miel. Yo no iré con ustedes, pues ustedes son un pueblo testarudo. No sea que los destruya en el camino.
- Moshé le pide a Hashem conocer Su naturaleza: Ahora, si realmente me he congraciado contigo, por favor hazme conocer Tus caminos para que yo pueda conocerte a Ti, a fin de que continúe satisfaciéndote. Considera que esta nación es Tu pueblo. Hashem le respondió: Mi Presencia irá contigo. Yo te daré reposo. Entonces Moshé le dijo: si Tu Presencia no nos acompaña, no nos hagas marchar de acá hacia la Tierra Prometida, ¿pues entonces cómo ha de saberse que hemos hallado tu favor yo y Tu pueblo si Tú no nos acompañas? yo y Tu pueblo nos distinguiremos de todos los pueblos que están sobre la tierra.
- Las segundas Tablas de la Ley: Cincuenta días después del éxodo de Egipto, un 6 de Sivan, Moshé asciende al Monte Sinaí para recibir las primeras Tablas, de donde desciende cuarenta días después, un 17 de Tamuz. Al ver el acto de idolatría con el becerro de oro, Moshé rompe esas primeras Tablas. Dos días más tarde, un 19 de Tamuz, Moshé asciende nuevamente al Monte Sinaí para obtener el Perdón divino para el Pueblo de Israel. Y permanece allí nuevamente por espacio de 40 días, hasta el 29 de Av. Al día siguiente, 1º de Elul, Hashem le informa a Moshé que perdonó al Pueblo, y le ordena ascender nuevamente al Monte para recibir las segundas tablas del testimonio, tablas de piedra. Moshé permanece en el Monte Sinaí un tercer período de 40 días, y desciende el 10 de Tishrei, el Día de Iom Kipur (Día del Perdón).
HAFTARÁ
Desafío en la montaña: (Si Hashem es el Elohim, síganme. Pero si lo es Báal, síganlo): Ajav (conocido como Acab, fue el séptimo rey del Reino de Israel, sucesor de su padre Omrí, gobernó Israel entre los años 874 y 853 a. C. un período de casi 22 años, fue un mal gobernate, debido a la influencia de su esposa), envió mensajeros a todos los israelitas y convocó a los profetas del culto idólatra, en el monte Carmel. Eliahu se acercó al pueblo y dijo: ¿Hasta cuándo seguirán vacilando entre estas dos ideologías (baalismo-paganismo por un lado y monoteísmo por otro)? Si Hashem es el Elohim, síganme. Pero si lo es Báal, síganlo. Pero el pueblo no respondió palabra. Entonces Eliahu le dijo al pueblo: Yo solo quedé como profeta de Hashem. Y los profetas de Báal son 450 hombres. Dénnos dos novillos, y que los profetas de Báal elijan un novillo, lo corten en pedazos y lo pongan sobre la leña, sin encenderle fuego. Y yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña sin encenderle fuego. Invoquen el nombre de su dios y yo invocaré el Nombre de Hashem. El que responda con fuego será el verdadero Elohim. Toda la gente respondió: Buena idea (bien dicho). Eliahu (Elías) confronta al pueblo de Israel que estaba vacilando entre adorar a Hashem o a Báal.
Él les pide que tomen una decisión y se comprometan a seguir a un solo Dios. Eliahu esta hablando claro, sin rodeos. Eliahu nos habla a c/u de nosotros. Debemos elegir o mejor definir entre Hashem o los deseos de la carne (Juan 5:19). Agradar a Hashem no es simplemente asistir a la comunidad, va mas allá. Es tener una relación continua con Él. No nos debemos dejar contagiar con nuestro entorno, tanto laboral, como familiar.
BRIT HADASHÁ
¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos de recomendación para ustedes, o de parte de ustedes? Ustedes mismos son nuestra carta de recomendación, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos. Ustedes manifiestan claramente que son una carta del Mashíaj puestos a nuestro cuidado, escrita no con tinta, sino por el Ruaj HaKodesh; no en tablas de piedra, sino en corazones humanos. Tal es la confianza que tenemos por medio del Mashíaj para con Hashem. No es que somos competentes en nosotros mismos para decir algo como de nosotros; por el contrario, nuestra competencia proviene de Hashem.
En esta segunda carta Rab Shaul/el apóstol Pablo, nos está recordando que nosotros debemos ser carta de recomendación ante el mundo. La mejor carta de recomendación debemos ser nosotros mismos. Pablo está diciendo, ¿acaso necesitamos alguna carta de recomendación? Y se contesta así mismo, Vosotros sois esa carta, vosotros con tu testimonio sois esa carta de recomendación. Una carta de recomendación da las mejores referencias de una persona. En muchas empresas es un requisito indispensable, para entrar a trabajar. En nuestro diario vivir, debemos ser esa carta de presentación ante el mundo. Si una persona sale de una empresa por conductas irregulares, pues el empleado no pretenderá que le den una carta de presentación con sus antecedentes. De ser así, pues la persona no podrá por ningún motivo presentar esa carta, porque se va a cerrar puertas. Así mismo nosotros, si llevamos una vida no acorde a lo que predicamos, será imposible que otros crean en lo que les predicamos. Nosotros por medio de nuestro testimonio, somos predicadores silenciosos de la palabra del Eterno. Con nuestros actos, reflejamos para bien o para mal a los demás.