PARASHÁT HASHAVUA

Porción Semanal de la Torá

פרשת השבוע

Boletín Informativo

#14

5784 [2023-2024]

Yeshua dijo: "No piensen que he venido para anular la Torá o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir"

Lecturas de la Parashá

Torá: Shemot 1:1 - 6:1
Haftará: Yirmiyahu [Jeremías] 1:1 - 2:1
Brit Hadashá: Mateo 22:23 - 46

Boletín Informativo

#14

5784 [2023-2024]

PARASHÁT HASHAVUA

Porción Semanal de la Torá

פרשת השבוע

Yeshua dijo: "No piensen que he venido para anular la Torá o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir"

Lecturas de la Parashá

Torá: Shemot 1:1 - 6:1
Haftará: Yirmiyahu [Jeremías] 1:1 - 2:1
Brit Hadashá: Mateo 22:23 - 46

UN LLAMADO DESDE EL FUEGO

Con la ayuda del Eterno iniciamos el estudio del segundo libro de la Torá. El Sefer Shemot (libro de Éxodo). El cual consta de 11 estudios, 11 parashot. El tema principal del libro es la liberación, la salida del pueblo del Eterno de esclavitud egipcia. La figura principal, el profeta y líder, Moshe Rabenu (Moisés nuestro maestro) el cual fue escogido por el Eterno para sacar a su pueblo de la esclavitud egipcia.

  • Los hijos de Israel arriban a Egipto: El segundo libro de la Torá comienza mencionando los nombres de los hijos de Iaacov. A pesar de habitar mucho tiempo en tierra extranjera, no se olvidaron de sus simientes. al hecho de que ellos se conservaban fieles a las enseñanzas de los Patriarcas en medio del Egipto idólatra. De estos nombres debería surgir un pueblo que más tarde llevaría el estandarte del judaísmo. Estos son los nombres de los hijos de Israel que llegan con Iaacov a Egipto. Cada uno llegó con su familia. Reuvén, Shimón, Leví, Iehudá, Isajar, Zevulún, Biniamín, Dan, Naftalí, Gad y Asher: Los descendientes de Iaacov sumaban 70 almas. Iosef ya estaba en Egipto. Iosef, y también todos sus hermanos y toda aquella generación. Los israelitas eran muy fértiles y prolíficos y se multiplicaban cual enjambres. Llegaron a ser tan numerosos que el país estaba colmado de ellos.

  • El comienzo de la esclavitud: Un nuevo faraón fue coronado en Egipto, que no supo de Iosef, puede interpretarse también como que no quiso reconocer la gran transformación que Iosef había hecho en Egipto al convertirlo en una superpotencia. Dijo a su pueblo: Miren, el pueblo de los israelitas se está haciendo más numeroso y poderoso que nosotros; tramemos algo contra él. De lo contrario, se multiplicará y en caso de guerra se aliará con nuestros enemigos y luchará contra nosotros y abandonará el país, (otra interpretación: De lo contrario nos expulsará de nuestra tierra). Por eso los egipcios nombraron sobre él sobre el pueblo de Israel; recaudadores de impuestos para oprimirlo con sus cargas. Los israelitas fueron obligados a edificar ciudades de depósitos para Paró (faraón): Pitom y Raamsés. Sin embargo, cuanto más lo maltrataban, más se incrementaba y más se expandía. Por eso los egipcios estaban intranquilos por los israelitas, los egipcios estaban disgustados consigo mismos porque no lograban encontrar la manera de evitar que los israelitas los desbordasen. Los egipcios esclavizaron a los israelitas con trabajos forzados, les amargaron sus vidas con arduos trabajos. Con trabajos de albañilería, los cuales involucraban, argamasa y ladrillos, así como con todas las tareas del campo. Todo el trabajo que les hacían hacer era forzado (y su finalidad era quebrantarlos.

  • El Paró da órdenes a las parteras matar a los niños: Asimismo, el faraón de Egipto habló con las parteras hebreas, una se llamaba Shifrá y la otra Puá, y les dijo: Cuando asistan a las hebreas en el parto, cuando las vean ya preparadas en el sillón de partos, si el recién nacido fuese un niño deberán matarlo; pero si fuese una niña, déjenla con vida. Pero las parteras temieron a Elohim y no hicieron lo que les dijera el faraón de Egipto, sino que dejaron vivir a los niños. El faraón de Egipto citó a las parteras y las reprendió: ¿Por qué hicieron eso? ¿por qué dejaron vivir a los niños?, porque las hebreas no son como las mujeres egipcias, respondieron las parteras a Paró, sino son expertas como parteras y dan a luz antes de que llegue la asistente. Por eso, Elohim favoreció a las parteras. El pueblo seguía creciendo en número y se hizo muy poderoso. Puesto que las parteras temieron a Elohim, Elohim las recompensó y próspero sus familias. Paró ordenó a todo su pueblo, diciendo: Todo varón que nazca tanto sea israelita o egipcio deberán arrojarlo al río, y a toda niña la dejarán vivir.

  • Nacimiento y crianza de Moshé (Moisés): Un hombre de la casa de Leví fue y se casó con una hija de Leví. La mujer quedó embarazada y tuvo un hijo. Vio que era un niño excepcional y lo tuvo escondido tres meses. Se trata del nacimiento de Moshé, tercer hijo del matrimonio, después de Miriam y Aharón. Pero al no poder ocultarlo más tiempo, tomó un canastillo de juncos y lo recubrió con arcilla por dentro y brea por fuera. Colocó en él al niño y lo dejó entre los juncos, a la orilla del río Nilo. La hermana del niño, Miriam, se ubicó a cierta distancia para estar al tanto de lo que pasase con él. La hija de Paró bajó al río para bañarse, mientras sus sirvientas se paseaban por la orilla del río. Ella vio el canastillo entre los juncos y envió a su criada para que se lo trajera. Al abrirlo vio al niño, el niño lloraba, le tuvo compasión y dijo: Este niño es hebreo. Entonces propuso la hermana del niño a la hija de Paró: ¿Qué te parece si voy a llamar para ti una nodriza de entre las hebreas, para que te críe al niño? La hija de Paró no sabía que su interlocutora era hermana del niño. Y la hija de Paró le respondió: Ve por ella. Fue la muchacha y llamó a la madre del niño. Y la hija de Paró le dijo: Lleva este niño y críamelo; yo te pagaré. Entonces la mujer se llevó al niño y lo crio. Al crecer el niño, (la madre) lo entregó a la hija de Paró, que lo adoptó como hijo y lo llamó Moshé, significando: De las aguas lo saqué.

  • Moshé se identifica con su pueblo: Resulta que, en aquellos días, siendo Moshé grande, o sea, había obtenido un cargo importante en el palacio del faraón, cuando tenía la edad de 11 a 12 años, salió a visitar a sus hermanos y observó sus sufrimientos. Vio también que un egipcio golpeaba a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró Moshé a un lado y al otro, y al ver que no había nadie mató al egipcio y lo enterró en la arena. Al día siguiente, al salir, vio dos hebreos que estaban peleando. Encaró entonces al culpable ¿Por qué golpeas a tu prójimo? a lo que respondió: ¿Quién te puso como hombre, como jefe y juez entre nosotros? ¿Piensas matarme a mí como mataste al egipcio?” Entonces Moshé tuvo miedo y pensó: Evidentemente se divulgó el incidente. Moshé temió al constatar que había delatores entre sus hermanos.

  • Moshé huye de Egipto: Paró tomó conocimiento del asunto, e intentó asesinar a Moshé. Pero Moshé huyó de Paró y se asentó en la tierra de Midián (Madián); y al llegar se sentó junto a un pozo. El sacerdote de Midián (Itró, también llamado Reuel, la máxima autoridad entre los midianitas), tenía siete hijas. Ellas fueron, sacaron agua y llenaron los bebederos para dar de tomar a las ovejas de su padre. Pero vinieron unos pastores y las echaron. Entonces Moshé se levantó a defenderlas y dio de beber a sus ovejas. Al retornar ellas a su padre Reuel, él les preguntó: ¿Por qué hoy regresaron tan pronto? Rashi, en Núm. 10:29, señala que Reuel era el abuelo de estas chicas. Sin embargo, el versículo dice que era su padre porque un nieto llama padre también a su abuelo. Y ellas respondieron: Un hombre egipcio nos salvó de los pastores, además sacó agua para nosotras y dio de beber al rebaño.

  • Moshé es invitado por Reuel (Itro): Dijo Reuel a sus hijas: ¿Y dónde está ese hombre?, ¿por qué abandonaron al hombre? Llámenlo para que coma pan. Moshé aceptó quedarse con el hombre con Reuel.

  • Moshé se casa con Tziporá (Séfora): Reuel le dio a Moshé su hija Tziporá como esposa. Ella tuvo un hijo y él Moshé lo llamó Guershon (Gersón), que significa: Extranjero he sido en tierra extraña.

  • Elohim atiende las quejas de los israelitas: Después de muchos días cuando Moshé apacentaba los ganados de su suegro en Midián, murió el faraón de Egipto. Y los israelitas gemían a causa de la esclavitud, clamaban y el grito de ellos por el trabajo forzado a que estaban sometidos, llegó a oídos de Elohim. Elohim escuchó sus lamentos; entonces Elohim se acordó de Su pacto con Abraham, con Itzjak y con Iaacov. Elohim vio a los israelitas, Elohim se interesó por ellos.

  • Llamamiento de Moshé y la zarza ardiente: Moshé cuidaba las ovejas de su suegro Itró, Sacerdote de Midián, y en una oportunidad guio el rebaño lejos por el desierto y llegó hasta Jorev (Horeb). Allí, el ángel de Hashem se le presentó en una llama de fuego, en medio de una zarza. Miró, y advirtió que la zarza ardía en el fuego, y no obstante la zarza no se consumía. Dijo Moshé: Me acercaré para contemplar este gran fenómeno, ¿por qué la zarza no se consume? Hashem vio que Moshé se acercaba para contemplar. Lo llamó Elohim desde la zarza, así: Moshé, Moshé, y él respondió: Aquí estoy. Dijo Él: No te acerques. Descálzate, pues el lugar en que te encuentras es tierra sagrada. Y agregó: Yo soy Elohim de tus padres, Elohim de Abraham, Elohim de Itzjak y Elohim de Iaacov. Entonces Moshé se cubrió la cara porque temió mirar a Elohim cara a cara. Dijo Hashem: En efecto, vi el sufrimiento de mi pueblo en Egipto, escuché su clamor por culpa de sus capataces y sé muy bien de sus padecimientos; y por eso he descendido, para salvarlo del poder de los egipcios y para hacerlo emigrar de aquella tierra hacia una tierra buena y amplia, tierra de la que fluye leche y miel. Y ahora, mira, el grito de los israelitas llegó hasta Mí, y también vi la crueldad con que los egipcios los oprimen. Por lo tanto, ponte en camino y te enviaré ante Paró. Saca a Mi pueblo, los israelitas, de Egipto.

  • Dijo Moshé a Elohim: ¿Y quién soy yo para presentarme ante Paró y sacar a los israelitas de Egipto?: Elohim le respondió: Pues Yo estaré contigo. Y esto será tu señal de que Yo te he enviado. Cuando saques al pueblo de Egipto, servirán a Elohim en este monte.

  • Los Nombres Divinos: Moshé le dijo a Elohim: Mira, cuando me presente ante los israelitas y les diga: el Elohim de sus antepasados me envió hacia Uds, y ellos me preguntasen: ¿Cuál es Su nombre?, ¿qué les diré? Respondió Hashem a Moshé: E-hié Asher E-hié, YO SOY EL QUE SOY, y agregó: Así les dirás a los israelitas: E-hié me envió a Uds. (E-hié es un Nombre Divino que alude a Su Revelación). Además, Elohim le dijo a Moshé: Diles a los israelitas: Hashem, Elohim de sus antepasados, Elohim de Abraham, Elohim de Itzjak y Elohim de Iaacov, me envió a Uds. Este es Mi Nombre eterno y ésta es la forma en que debo ser llamado en todas las generaciones.

  • Moshé se reúne con los ancianos de Israel: Anda, reúne a los ancianos, sabios referentes de Israel, y diles: Hashem, Elohim de sus antepasados, se ha presentado ante mí, Elohim de Abraham, de Itzjak y de Iaacov, se me ha revelado diciendo: En efecto, he puesto mi atención en Uds y en el trato que les dan en Egipto. Y dije: Los liberaré de la opresión de Egipto y los llevaré a la tierra del kenaanita, del jitita, del emorita, del prizita, del jivita y del ievusita, tierra de la que fluye leche y miel. Ellos obedecerán a tu voz y entonces te presentarás tú, con los ancianos sabios de Israel, ante el faraón de Egipto y le dirán: Hashem, Elohim de los hebreos, se nos ha presentado; y ahora, por favor, nos alejaremos una distancia de tres días de viaje por el desierto, para ofrecer sacrificios a Hashem, nuestro Elohim.

  • Moshé procura rechazar la misión: Moshé respondió: Ellos no me creerán ni escucharán mi voz, pues dirán: Hashem no se te presentó. Hashem le dijo: ¿Qué tienes en tu mano? Y él respondió: Un bastón. Le dijo Hashem: Arrójalo al suelo. Lo arrojó y se convirtió en una serpiente. Moshé escapó de ella. Entonces Hashem le dijo a Moshé: Extiende tu mano y tómala por su cola. Extendió su mano, la tomó y se transformó en bastón en la palma de su mano. Así, ellos creerán que se te presentó Hashem, Elohim de sus antepasados.

  • Moshé vuelve a Egipto: Entonces Moshé se fue y volvió a lo de su suegro Itró, y le dijo: Debo regresar junto a mis hermanos que están en Egipto, veré si aún viven. E Itró le respondió a Moshé: Anda en paz. Moshé tomó a su mujer y a sus hijos, los montó sobre el asno y se volvió a la tierra de Egipto. Moshé tomó en su mano el bastón de Elohim. Dijo Hashem a Moshé: Al volver a Egipto, pone tu atención en hacer ante Paró todas las maravillas que habré puesto al alcance de tu mano. Yo haré que él se ponga terco y no deje salir al pueblo.

  • Moshé y Aharón se presentan ante Paró (faraón): Luego, Moshé y Aharón fueron a decirle a Paró: Así dijo Hashem, Elohim de Israel: Deja salir a mi pueblo para que me celebren en el desierto. Celebrar alude a hacer ofrendas a Hashem. Pero Paró respondió: ¿Quién es Hashem para que yo le obedezca y deje salir a Israel? No conozco a ese Hashem ni tampoco dejaré salir al pueblo de Israel. Entonces ellos replicaron: El Elohim de los hebreos se nos ha presentado, así que iremos al desierto, a una distancia de viaje de tres días, y ofreceremos sacrificios a Hashem, nuestro Elohim, para evitar que nos provoque la muerte con una peste o al filo de una espada. Pero el faraón de Egipto fue categórico: ¿Por qué Uds, Moshé y Aharón, distraen al pueblo de su trabajo? Regresen inmediatamente a sus trabajos, como quien dice: vayan a hacer el trabajo pendiente en sus casas.

  • Paró incrementa la carga sobre el pueblo: Ese mismo día Paró ordenó a los jefes y capataces a cargo del pueblo de Israel, diciendo: No entreguen más paja al pueblo para hacer ladrillos, como hasta ahora. Que ellos vayan y recojan para sí la paja. Exijan aún más a los hombres, que estén ocupados para que no hagan caso a palabras falsas. Entonces los capataces israelitas fueron a quejarse ante Paró, diciendo: ¿Por qué trata Ud. así a sus esclavos? no se nos da paja, pero se nos exige que hagamos la misma cantidad de ladrillos. Y además nosotros, tus esclavos, somos castigados.A lo que el faraón les replico, Uds. son unos holgazanes, Holgazanes, por eso piden ir a ofrecer sacrificios a Hashem. Vayan a trabajar, no se les dará más paja, y aun así deberán entregar la misma cantidad de ladrillos. Se encontraron con Moshé y Aharón, y les dijeron: Que Hashem observe y los castigue a Uds., porque Uds. son culpables de que seamos aborrecidos a los ojos de Paró y a los ojos de sus sirvientes, Uds. pusieron la espada en mano de ellos para matarnos. Moshé se dirigió a Hashem diciendo: Mi Amo, ¿por qué haces el mal a este pueblo? ¿Por qué me has enviado? Pues desde que vine ante Paró a hablarle en Tu nombre, él maltrató aún más a este pueblo. Y Tú, no has salvado a Tu pueblo. Hashem le dijo a Moshé: Ahora verás lo que le haré a Paró, porque a través de Mi mano fuerte los dejará ir. Y con Mano fuerte los echará de su tierra.

HAFTARÁ

Llamamiento y misión de Jeremías: Palabras de Irmeiahu, hijo de Jilkiahu, (Hilcías) uno de los Sacerdotes de la ciudad de Anatot, en territorio de Biniamín (Benjamín). La palabra de Hashem se le reveló a él en los días de Ioshiahu (Josías) hijo de Amón, rey de Iehudá (Judá) en el 13º año de su reinado. Se me reveló la palabra de Hashem: Te conocí, o sea, te elegí antes de que te formara en el vientre. Y antes de que emergieses del vientre materno, te santifiqué y te designé profeta para las naciones. Pero yo respondí: Ay de mí, Hashem, Elohim. Mira que no sé hablar pues aún soy niño. Hashem me dijo: No digas: Soy niño, pues irás a donde Yo te envíe y dirás todo que Yo te ordene. No les temas, a tus eventuales enemigos, pues Yo estoy contigo y Yo te salvaré, dijo Hashem. Luego, Hashem extendió Su mano y me tocó la boca. Me dijo Hashem: Mira, pongo Mis palabras en tu boca. Mira, hoy te he designado sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para derrumbar, para destruir y demoler, para construir y sembrar. Se me reveló la palabra de Hashem: ¿Qué ves, Irmeiahu?”. Veo una rama de almendro, respondí. Hashem me dijo: Viste bien, pues Yo soy diligente en cumplir Mi palabra. Se me reveló la palabra de Hashem por segunda vez: ¿Qué ves? veo una olla que hierve, y que está orientada hacia el norte, respondí. Hashem me dijo: Del norte vendrá un desastre contra todos los habitantes de la tierra. Llamaré a todas las tribus y reinos del norte, dice Hashem. Vendrán e instalarán cada uno su trono a la entrada de las puertas de Ierushaláim (Jerusalén) y junto a todos los muros que la rodean y también junto a todas las ciudades de Iehudá. Dictaré sentencia contra los judíos por todo el mal que hicieron: por haberme abandonado al ofrendar incienso a dioses de otros y prosternarse a ídolos hechos con sus propias manos. Hashem ordena a Irmeiahu no temer al pueblo. En cuanto a ti Irmeiahu, apresúrate, ponte de pie y diles todo lo que Yo te ordeno. No les tengas miedo, pues de lo contrario te quebraré ante ellos. Mira, te he hecho como una ciudad fortificada, como un pilar de hierro y como muros de cobre contra toda esta tierra, contra los reyes de Iehudá, contra sus dirigentes, contra sus sacerdotes y contra sus habitantes. Ellos lucharán contra ti, pero no te vencerán, pues Yo estoy contigo para salvarte, dice Hashem.

BRIT HADASHÁ

La pregunta sobre la resurrección: Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano. Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano. De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. Y después de todos murió también la mujer. En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron? Entonces respondiendo Yeshua, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Elohim. Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Elohim en el cielo. Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Elohim, cuando dijo: Yo soy el Elohim de Abraham, el Elohim de Isaac y el Elohim de Jacob? Elohim no es Elohim de muertos, sino de vivos. Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina.
El gran mandamiento: Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Yeshua le dijo: Amarás al Señor tu Elohim con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
¿De quién es hijo el Mashiaj? Y estando juntos los fariseos, Yeshua les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del Mashiaj? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. Él les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo? Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.

  • Defectos superficiales: La vida de Moshé se puede dividir en tres periodos, cada uno de 40 años y de cada uno de ellos, una enseñanza: Primer periodo: los primeros 40 años en la corte del Paró como hijo adoptivo. Y como a través de una situación, sentía dolor por el trato para con su pueblo. Segundo periodo: cuarenta años en Midián donde aprendió a ser humilde, a ser pastor, esposo y padre. Tercer periodo: 40 años en el desierto guiando a su pueblo a través del desierto a la tierra prometida. Vemos varios Valores en Moshé: Obediencia, Fidelidad, Humildad, Liderazgo.

  • El máximo líder de nuestro pueblo fue Moshé: A primera vista no era el líder apropiado. Criado en una familia egipcia, casado con la hija de sacerdote pagano, tartamudo. Tenía bastantes puntos en contra. De todos modos, Hashem lo elige e insiste que es la persona indicada.

  • Jeremías nació en una familia sacerdotal, fue elegido para ser profeta antes de haber nacido, fue llamado por el Eterno, a profetizar desde muy joven. Jeremías tuvo una doble función, sacerdote y profeta. Jeremías exhorta al pueblo a que se arrepienta de sus pecados y le advierte que si no Hashem los va a rechazar. Defectos superficiales: Jeremías se excusó varias veces, soy muy joven. ¿Tengo que ir ahora? Una tarea difícil.
¿Cuántas veces descartamos a alguien por su educación, sus elecciones o sus defectos físicos? Si a Hashem no le importaron esos detalles, nosotros tampoco debemos juzgar al prójimo por lo superficial, detrás de quien menos pensamos puede haber un líder.

COMENTARIOS

REFLEXIÓN DE LA PARASHÁ

  • Por el camino de la filistea los israelitas podían llegar a Canaán, caminando normalmente, en once días, pero viendo el Eterno que no estaban preparados para constituir un pueblo bien disciplinado, con sus leyes y estatutos, les guio por un camino opuesto, a fin de entrenarles espiritualmente
    antes de ocupar la Tierra Prometida. 
  • El Cántico contiene: (a) Una alabanza general al Eterno Di-s, por ser el Poderoso Salvador, tanto nuestro como de nuestros
    antepasados, ante quien nada ni nadie puede resistirse; (b) un repaso de los milagros que acompañaron la partición del mar; (c) el plan que el Faraón tuvo en mente al perseguir a la nación y el rotundo fracaso de sus designios; (d) la reacción de los cananeos y demás naciones ante el milagro y lo que este presagiaba para ellos y,
    finalmente, (e) el futuro de Israel como la nación del Eterno Di-s en Éretz Israel.
  • Mirando la parashá desde la óptica espiritual, el Eterno nos está enseñando, a desarrollar la EMUNA, LA FE.
  • En Eterno en el salmo 91 nos da un cuadro de toda su protección para nosotros
  • Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza, nuestro protector, es fiel no importando nuestra circunstancia, está presente en momentos BUENOS, y en momentos NO TAN BUENOS,
  • El Eterno nos esta recordando que él nunca nos a desamparado, que nunca nos ha dejado, ni nunca nos dejara; Nos dice: No te dejo, no te dejara, no te abandonare; Mas bien nosotros somos los que nos salimos de los parámetros del Eterno, cuando desobedecemos sus mandamientos y estatutos.
  • Decimos obedecer y guardar, pero algunas veces hacemos caso omiso a cumplir a cabalidad la Torá/La Biblia.
  • Él nos protege de día y de noche, como protegió a nuestro pueblo en el desierto; Hashem es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
  • La provisión del maná era diaria, no semanal ni mensual, porque el Eterno quería enseñarle a su pueblo (y a nosotros hoy) que, más allá del alimento físico, la mayor necesidad que tiene el hombre en esta vida, en medio del desierto, en medio de las dificultades, es una relación íntima que dependa de Él. 
  • ¡Necesitamos saber que Él es el Señor, y debemos conocer que Él es nuestro Elohim!, nuestro proveedor.
  • A pesar de todas las indicaciones que el Eterno les dio, muchos fueron tercos, y desobedecieron desafiando las órdenes del Eterno y salieron el séptimo día a recoger alimentos, pero no les cayo nada. Igual nos pasa hoy en día, decimos obedecer al Eterno, decimos cumplir con sus mandamientos, pero muchas veces en el día de reposo, lo aprovechamos para hacer cosas que por estar trabajando no podemos hacer.
  • Que el Eterno nos ayude a verdaderamente obedecerle, ya que es para nuestro propio beneficio

Bendiciones para Janucá

  • Todas las noches

    Lehadlik Ner

    בָּרוּךְ אַתָּה ה' אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר קִדְּשָׁנוּ בִּמְצִוֹתָיו וְצִוָּנוּ לַהֲדְלִיק נֵר שֶׁל חֲנֻכָּה

    Baruj Atá Adonai, Eloheinu Mélej HaOlam, asher kid'shanu b'mitzvotav v'tzivanu lehadlik ner shel Janucá.


    Bendito eres Tú, Señor nuestro Dios, Rey del universo, que nos santificaste con Tus mandamientos y nos ordenaste encender las luces de Janucá.
  • Todas las noches

    Al Hanisim

    בָּרוּךְ אַתָּה ה' אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁעָשָׂה נִסִּים לַאֲבוֹתֵינוּ בַּיָּמִים הָהֵם בַּזְּמַן הַזֶּה

    Baruj Atá Adonai, Eloheinu Mélej HaOlam, sheasá nisim la’avotenu bayamim hahem bazman hazé.


    Bendito eres Tú, Señor nuestro Dios, Rey del universo, que hiciste milagros a nuestros antepasados en esos días y en este tiempo.
  • Solo la 1ª Noche

    Shehejeianu

    בָּרוּךְ אַתָּה ה' אֱלֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁהֶחֱיָנוּ וְקִיְּמָנוּ וְהִגִּיעָנוּ לַזְּמַן הַזֶּה

    Baruj Atá Adonai, Eloheinu Mélej HaOlam, shehejeianu, vekiimanu, vehiguianu lazman hazé.

    Bendito eres Tú, Señor nuestro Dios, Rey del universo, que nos has dado vida, nos has sostenido y nos has permitido llegar a este momento.

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בָּרוּךְ אַתָּה יְהֹוָה אֱלֹהֵֽינוּ מֶֽלֶךְ הָעוֹלָם אֲשֶׁר קִדְּ֒שָֽׁנוּ בְּמִצְוֹתָיו וְצִוָּֽנוּ עַל סְפִירַת הָעֹֽמֶר
Baruj Atá Adonai, Elohenu Melej haOlam, asher kidshanú, bemitzvotav vetzivanu al Sefirat haOmer.
Bendito eres Tú, D~os nuestro, Soberano del universo, que nos ha santificado con su mandamientos y nos ordenaste el conteo del Omer.
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SEFIRAT HAOMER

El 16 de Nisán [23 de Abril] al ocaso, comenzaremos el conteo del Omer. Descarga tu calendario para llevar el conteo.

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