LA SUPLICA DEL LÍDER
- Hashem no le permite a Moshé cruzar el Yarden (Jordán): Entonces yo supliqué a Hashem: Hashem Elohim, Tú has comenzado a revelar tu grandeza a tu siervo, y tu brazo fuerte porque ¿qué otro dios hay en el cielo o en la tierra que pueda hacer las obras y los hechos grandiosos que Tú puedes hacer? Por favor, Déjame cruzar y ver la buena tierra en el otro lado del Yarden, esa maravillosa zona montañosa y el Levanon. Pero Hashem estaba enojado conmigo por culpa de ustedes, y Él no me escuchó. Hashem me dijo: Suficiente para ti. No me digas ni otra palabra acerca de este asunto. Sube a la cumbre del Pisgah y mira al oeste, norte, sur y este. Mira con tus ojos, pero no cruzarás de este lado del Yarden. Sin embargo, comisiona a Yahoshúa, anímalo y fortalécelo; porque él guiará a este pueblo para cruzar y los facultará a heredar La Tierra que tú ves. Así que nos quedamos en el valle del otro lado de Beit-Peor. Expresa el Midrash que Moshé imploró 515 veces al Creador para que le permitiera el acceso a la Tierra Prometida.
- Se prohíbe la idolatría: Por lo tanto, cuídense, Puesto que no vieron figura de ninguna clase en el día que Hashem les habló en el Monte Horev desde el fuego, no se vuelvan corruptos y se hagan una imagen tallada que tenga la forma de ninguna figura, ni una representación de un ser humano, varón o hembra, o representación de ningún animal sobre la tierra, o representación de un ave que vuela en el aire, o representación de nada que se arrastre sobre el suelo, o representación de ningún pez en el agua debajo de la línea costera. Por la misma razón no miren al firmamento, al sol, la luna, las estrellas y todo en el firmamento, y se vuelvan extraviados para adorarlos y servirlos; Hashem su Elohim los ha otorgado a todos los pueblos debajo de todo el firmamento. No, Hashem los sacó y los trajo del horno de fundición, fuera de Mitzrayim, para ser un pueblo de herencia para El, como lo son hoy.
- El Eterno es Elohim: De cierto, indaguen acerca del pasado, antes de que ustedes nacieran; desde el día que Elohim creó a los seres humanos en la tierra, desde un extremo del cielo hasta el otro, ¿ha habido algo tan maravilloso como esto? ¿Ha oído alguien algo como esto? ¿Algún otro pueblo ha oído la voz de Elohim hablando desde el fuego, como ustedes han oído, y permanecen vivos? ¿O ha tratado Elohim ir y tomar para sí una nación de las mismas entrañas de otra nación, por medios de pruebas penosas, señales, maravillas, guerra, una mano poderosa, un brazo extendido y grandes terrores, como todo lo que Hashem su Elohim hizo por ustedes en Mitzrayim delante de sus propios ojos? Esto fue mostrado a ustedes, para que supieran que Hashem es Elohim, y no hay otro aparte de Él.
- Ciudades de refugio: Entonces Moshé separó tres ciudades en el lado este del Yarden, hacia donde sale el sol, para donde un homicida pudiera huir, esto es, alguien que mate por error a una persona a quien no odiaba previamente, y al huir a una de estas ciudades pueda vivir allí. Las ciudades fueron Betzer en el desierto, en las llanuras, para los Reuveni; Ramot en Gilead para los Gadi; y Golan en Bashan para los Menashi.
- Principios para una vida kadosh: (Segundo discurso de Moshé): Esta es la Torá que Moshé puso delante de los hijos de Israel. Estas son las instrucciones, leyes y estatutos que Moshé presentó a los hijos de Israel después que habían salido de Mitzrayim, del otro lado del Río Yarden, en el valle frente a Beit-Peor, en la tierra de Sijon rey de los Emori, quien vivía en Heshbon, a quien Moshé y los hijos de Israel derrotaron cuando salieron de Mitzrayim; y tomaron posesión de su tierra y de la tierra de Og rey de Bashan, dos reyes de los Emori, que estaban del otro lado del Yarden hacia la salida de sol; desde Aroer en el borde del Valle Arnon hasta el Monte Sion, esto es, Monte Hermon, con todo el Aravah más allá del Yarden hacia el este, hasta el Mar Muerto al pie de la cordillera de Pisgah.
- Repaso De Los Diez Mandamientos (Aseret HaDibrot) o Las Diez Palabras: Moshé convocó a todo Israel y les dijo: Escucha, Israel, los decretos rituales y los preceptos que hoy les transmito a Uds. Estúdienlos y sean cuidadosos en cumplirlos. Hashem, nuestro Elolim, hizo un pacto con nosotros en Jorev, en alusión a la entrega de la Torá en el Sinaí. No hizo el pacto sólo con nuestros padres, sino con nosotros, con todos nosotros que hoy estamos vivos aquí. Cara a cara habló Hashem con ustedes, en el monte, en medio del fuego. Yo estaba entonces entre Hashem y ustedes. para transmitirles la palabra de Hashem, pues ustedes tenían miedo por el fuego y no ascendieron al monte. Cuando Hashem les habló en el monte. Los Diez Mandamientos, fueron revelados por Hashem a Moshé y al pueblo en el Monte Sinaí y están plasmadas en los libros del Éxodo (Cap.20) y Deuteronomio (Cap.5). Aunque los 613 mandamientos no se resumen directamente en los 10 Mandamientos, hay una conexión entre ellos. Los cuales fueron diseñados para guiar al pueblo israelí a una vida de santidad. Y resumen los principios fundamentales de la relación con Hashem y el prójimo. Los 613 Mandamientos de la Torá, se dividen: 248 Mandamientos positivos (de acción, de hacer) Y 365 Mandamientos Negativos (No Hacer).
- Shemá Israel: Escucha, Israel Hashem nuestro Elohim, Hashem uno es; y amarás a Hashem tu Elohim con todo tu corazón, con todo tu ser y con todos tus recursos. Estas palabras, las cuales te estoy ordenando hoy, estarán en tu corazón; y las enseñarás cuidadosamente a tus hijos. Hablarán de ellas cuando se sienten en su casa, cuando viajen en el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten. Atenlas en su mano como señal, pónganlas alrededor de la frente con una banda, y escríbanlas en los marcos de las puertas de sus casas y en sus postes. Devarim 6:4-9 se podría creer que es el tema central del libro de Deuteronomio. Ya que declara la fe en un solo (Ejad) Di-s, expresando el amor y la devoción a Hashem, destacando la importancia de recordar y cumplir los mandamientos de Hashem. Y establece un patrón que nos ayuda a relacionar la Palabra de Hashem con nuestra vida diaria. Tenemos que amar a Hashem, pensar constantemente en sus mandamientos, enseñar sus mandamientos a nuestros hijos y vivir cada día según los principios de la Torá. Hashem enfatiza la importancia de que los padres enseñen la Torá a sus hijos. Yeshua también lo recitaba y hace referencia cuando para probarlo, un maestro de la ley le preguntaron cuál era el principal mandamiento (Lucas 12:28-34). Es una mitzvá (mandamiento) recitar el Shemá por la mañana y por la noche.
- Los Tefilín: Atenlas en su mano como señal, pónganlas alrededor de la frente con una banda. (otra versión) y átalas como señal en tu mano, en alusión a los Tefilín del brazo, y que estén como insignias entre tus ojos.
- La Mezuzá: Y escríbelas (esas palabras) sobre tu casa y en tus portales. (otra versión) Y escríbanlas en los marcos de las puertas de sus casas y en sus postes. Tanto los tefilín, como la mezuzá, son elementos o símbolos, que nos ayudan a tener a nuestro Padre Celestial presentes en todo momento, y también nuestra identidad con nuestro pueblo, y como todos los días lo pronunciamos en la mañana, A fin de que recuerden y cumplan todos Mis mandamientos y sean santos para su Elohim. Yo soy el Eterno, su Elohim, que saqué a ustedes de la tierra de Mitsráyim para ser su Elohim.
- Advertencia contra la idolatría y la asimilación: Cuando Hashem, tu Elohim, te haga entrar a la tierra a la que te diriges para poseerla, expulsará muchos pueblos de tu presencia: al pueblo Jitita, al Guirgashita, al Emorita, al Kenaanita, al Prizita, al Jivita y al Ievusita, siete pueblos más grandes y poderosos que tú. Cuando Hashem tu Elohim te entregue esos pueblos y los derrotes, deberás exterminarlos por completo. No hagas con ellos pacto alguno ni los tengas en estima, para evitar que te induzcan a la idolatría.
- Advertencia final: Cumple, pues, el mandato, los decretos rituales y las leyes que yo te ordeno hoy que pongas en práctica. Obsérvalos hoy para recibir tu recompensa en el mañana.
HAFTARÁ
Liberación de Israel de la cautividad – Profecía del final del exilio: Consuelen, consuelen a Mi pueblo, dice Elohim de ustedes. Háblenle al corazón de Ierushaláim. Díganle que ya se ha cumplido el tiempo de su exilio, que su transgresión ya ha sido perdonada, pues ha recibido de mano de Hashem el doble por todos sus pecados. Mira, Hashem Elohim viene con poder, sometiéndolo todo con la fuerza de Su brazo. Su recompensa viene con Él y Su compensación está delante de Él.
Yeshyahu [Isaías] 40:1 - 26
BRIT HADASHÁ
La responsabilidad de ser líder: He aquí una palabra en la cual puedes confiar: cualquiera que aspire a ser dirigente en una Asamblea, está buscando trabajo que vale la pena. Un director de Asamblea tiene que estar por encima de reproche, tiene que ser fiel a su esposa, con dominio propio, sobrio, ordenado, hospitalario y apto para enseñar. No debe beber con exceso o meterse en peleas; más bien, debe ser bondadoso y amable. No puede ser un amante del dinero. Tiene que manejar bien su casa, teniendo hijo s que le obedezcan con todo respeto. Pues si un hombre no puede gobernar su casa, ¿cómo podrá gobernar la Asamblea Mesiánica de Hashem? No puede ser un nuevo creyente, porque puede hincharse con vanidad y caer bajo el mismo juicio que ha satán.
I Timoteo 3:1 - 14
Rav Shaul proporciona pautas detalladas sobre los requisitos para aquellos que desean servir como líderes o servidores en una iglesia, una comunidad, una keila. Establece criterios estrictos para que sean nombrados Shammashim (Servidores). Esta porción de la Brit Hadasha nos habla muy claro sobre la importancia de la santidad y de llevar una vida equilibrada. Y algo muy fundamental que la familia es nuestra primera Keila, la cual debe ser bien manejada, porque si no sabemos gobernar bien nuestra casa, como podremos gobernar la Kehilá.
Tishá B'Av [09 de Av]: El próximo Lunes al atardecer, dará comienzo el ayuno de Tishá B'Av, marcando el final de tres semanas de estrechura [Bein Hameitzraim], que comenzaron el 17 de Tamuz. Días en los cuales, los sabios recomendaron conducirse en estos días que tieneden a ser difíciles con suma cautela, y extremar las precauciones. La razón principal del ayuno en el judaísmo es por la ausencia del Templo. Sin embargo, nuestra fe se basa en qué el Eterno levantó a uno más grande que el templo [Romanos 8:11], razón por la cual ya no era necesario un templo para ese momento, pues la Shejiná [La presencia del Eterno] ya moraba permanentemente en el Mashiaj. Esto hace que nuestra fe sea completa. Con este entendimiento, nosotros no lloramos el templo, pues negariamos la grandeza de nuestro justo Maestro, el Mishkan vivo de Adonai. Así que podemos guardar el ayuno, como una forma de unirnos al sentimiento de nuestro pueblo, que no solo llora por el templo, sino por todas las desgracias que ha recaído en este tiempo durante la historia, mucho más ahora que nos encontramos nuevamente bajo la amenaza de nuestros enemigos que buscan nuestra destrucción.¡Tzom Kal Lekulam! [Un ayuno ligero para todos]