OBEDIENCIA VS. DESOBEDIENCIA
- Recompensa por la obediencia y advertencias contra la desobediencia: Si ustedes caminan en Mis decretos y observan Mis mandamientos y los cumplen, Yo les proveeré las lluvias en su momento apropiado para que la tierra dé su cosecha y el árbol del campo dé su fruto. “Observen Mis mandamientos”, es decir estúdialos a fin de capacitarte para llevarlos a la práctica. Habrá tanta abundancia que la época de la trilla se extenderá hasta la vendimia, y la vendimia hasta la siembra. Comerán su pan hasta saciarse y vivirán seguros en la tierra de ustedes. Yo garantizaré la paz en el país. Ustedes podrán retirarse a descansar sin que nadie los moleste. También libraré al país de animales feroces y la espada no pasará por la tierra de ustedes. Esta parashá se llama comúnmente Tojajá (amonestación), pues habla de los beneficios que nos llegarán por la sumisión a los preceptos de la Torá, y de los males que nos alcanzarán por desobedecerlos. Todo lo que Moshé predijo, sucedió. Nuestros antepasados podían vivir felices y tranquilos en sus tierras, pero abandonaron estas leyes y en lugar de unirse, se dividieron y en lugar de adorar al Eterno, el Elohim único, se dejaron arrastrar por la idolatría y adoraron en diversas ocasiones la plata y el oro. En vano los profetas les advirtieron; ellos no escucharon. Fue entonces cuando sucedieron las desgracias. El Templo fue destruido y tuvo lugar la dispersión.
- Tropezarán unos contra otros como si escaparan de la espada, aunque nadie los persiga. No podrán enfrentarse a sus enemigos. Explica Rashi: “Cada uno caerá por la transgresión de su prójimo, en virtud de que todos somos mutuamente responsables unos por otros”. En hebreo, “responsables” es arevim, voz que también significa “dulce” y “grato”, lo cual indica que cada uno debe mirar a su prójimo, a su garante, con ojo dulce y amable, procurando hallar lo bueno, virtuoso y distinguido que haya en él.
- Cómo redimir lo que es del Eterno: Hashem dijo a Moshé: Diles a los hijos de Israel: Si alguno hace un voto a Hashem claramente definido de darle una cantidad igual al valor de un ser humano, el valor que asignarás a un hombre entre las edades de veinte y sesenta años será de cincuenta shekels de plata, con el shekel del Lugar Kadosh como medida, si una mujer, treinta shekels. Si es un muchacho entre cinco y veinte años de edad, asígnale un valor de veinte shekels por un muchacho y diez por una muchacha si es un bebé de cinco meses a un año de edad, cinco shekels por un varón y tres por una hembra; si es una persona pasada de sesenta, quince shekels por un hombre y diez por una mujer. Si la persona es muy pobre para ser evaluada, pónganla delante del kohen, quien le asignará un valor de acuerdo con los medios de la persona que hizo el voto. A los israelitas se les requirió que dieran o consagraran ciertas cosas a Hashem y a su servicio: los primeros frutos de sus cosechas, los animales primogénitos, los hijos primogénitos, el diezmo de su ganancia. Muchos deseaban ir más allá y consagrarse ellos mismos o consagrar a otro miembro de la familia, animales adicionales, una casa o un campo a Hashem. En estos casos, era posible donar dinero en lugar de una persona real, un animal o una propiedad. Algunas personas hacían votos impulsivos o poco realistas.
- Resumiendo la parashá Bejukotái, vemos que Hashem promete que si los Hijos de Israel observarán sus mandatos, disfrutarán de prosperidad material y vivirán seguros en su tierra. Pero también da una dura “reprimenda” advirtiendo sobre el exilio, la persecución y otros sufrimientos que les ocurrirán si abandonan su pacto con Hashem. Sin embargo, cuando están en la tierra de sus enemigos, no los aborreceré ni los despreciaré como para destruirlos y anular Mi pacto con ellos; pues Yo soy el Eterno, su Elohim. La parashá concluye con las reglas de cómo se calculan los valores de los diferentes tipos de promesas económicas hechas a Hashem.
HAFTARÁ
Los pueblos de la tierra reconocerán a Hashem: Hashem, eres mi Fuerza, mi Fortaleza y mi Refugio en el día de mi desgracia. Las naciones vendrán a ti desde todos los confines de la tierra y dirán: Era todo falsedad, que heredaron nuestros ancestros. Todo nulo, sin propósito alguno. ¿Acaso puede un hombre hacerse dioses? Esos no son dioses. Por eso, mira. Les informo a ellos en este momento que les haré conocer Mi Mano y Mi Poder. Y reconocerán que Mi Nombre es Hashem.
Yirmiyahu [Jeremías] 16:19 - 17:14
El profeta Yirmeyah (Jeremías), un hombre con Emuna/Fé, el cual se acerca a Elohim con tres palabras representativas: Fuerza, Fortaleza, Refugio. Cada uno nos da una visión un poco diferente de cómo Yirmeyah experimentó la presencia de Hashem, y a su vez es una descripción de seguridad y protección. Permitamos que Hashem sea nuestra Fortaleza cuando los enemigos vengan en nuestra contra, nuestra Fuerza cuando nos sintamos débiles, y nuestro Refugio cuando necesitamos apartarnos de las presiones de la vida. La haftará describe dos clases de personas. Las clases de personas que confían en el ser humano y las clases de personas que confían en Hashem.
BRIT HADASHÁ
Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos; y Yo le pediré al Padre, y el Padre les dará otro consejero consolador como Yo, el Ruaj de Verdad, para que esté con ustedes para siempre. El mundo no le puede recibir, porque no le ve, ni le conoce. Ustedes le conocen, porque Él está morando en ustedes y estará unido con ustedes. Yo no los dejaré huérfanos; vendré a ustedes. En un poco de tiempo, ya el mundo no me verá más; pero ustedes me verán. Porque Yo vivo, ustedes también vivirán. Cuando aquel día llegue, ustedes sabrán que Yo estoy unido con mi Padre, y ustedes conmigo, y Yo con ustedes. Todo el que tiene mis mandamientos, y los guarda es el que me ama, y el que me ama, será amado por mi Padre, y Yo lo amaré, y me revelaré a mí mismo a él.
Juan 14:15 - 21
Damos por terminado el estudio del tercer libro de la Torá. Que hayamos comprendido la necesidad de la pureza y la santidad para una sana relación con Hashem. Que valoremos los mandamientos y los obedezcamos, ya que a través de las diez parashot vemos plasmada la Rajem, la misericordia y la gracia de Hashem para con nosotros. Que sigamos en nuestro proceso PERSONAL de caminar de acuerdo con los preceptos de la Torá.
חזק חזק ונתחזק ¡JAZAK, JAZAK VENITJASEK! ¡Sé fuerte, sé fuerte y nos fortaleceremos !