UN CONSEJO DE LÍDER
- Yitró sale al encuentro de su yerno Moshé: Luego de la derrota de Amalek, los Hijos de Israel parten de Refidim y acampan al pie del Monte Sinaí. Ahora Yitró el sacerdote de Midián el suegro de Moshé, oyó todas las maravillas que Hashem había hecho por Moshé y por Israel su pueblo, y como Hashem había sacado a Israel de Mitzrayim. Yitró supo acerca del maná que les proveyó Hashem como alimento, acerca de la fuente de agua que milagrosamente los acompañaba, y acerca del triunfo contra Amalek, y que como Hashem sacó a Israel de Egipto.
- Moshé se reúne con su suegro: Moshé le relató a su suegro todo lo que Hashem había hecho a Paró y a los egipcios en favor de Israel, y todos los problemas que encontraron en el camino, en referencia al cruce del mar y la guerra contra Amalek, y cómo Hashem los libró. Yitró se alegró por todo el bien que Hashem hizo a Israel: Exclamó Yitró: Bendito es Hashem, Quien los salvó de la mano de Egipto y de la mano de Paró, Quien rescató al pueblo del poder opresor de los egipcios. Ahora reconozco que Hashem es más grande que todos los dioses pues todo lo que los egipcios tramaron contra ellos.
- Yitró reconoce el poder de Hashem y trae una ofrenda: Yitró dijo: Bendito sea Hashem, quien te ha rescatado de los Mitzrayimim y Faraón, quien ha rescatado al pueblo de la mano dura de los Mitzrayimim. Ahora yo sé que Hashem es más grande que todos los otros dioses, porque El rescató a aquellos que fueron tratados tan arrogantemente. Yitró el suegro de Moshé trajo una ofrenda quemada y sacrificios a Hashem, y Aharon vino con todos los ancianos de Israel para compartir la comida delante de Elohim con el suegro de Moshé.
- Yitró se asombra del trabajo tan pesado de Moshé: Al día siguiente Moshé se sentó para resolver disputas para el pueblo, mientras el pueblo estaba alrededor de Moshé desde la mañana hasta la noche. Cuando el suegro de Moshé vio todo lo que él estaba haciendo al pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces al pueblo? ¿Por qué te sientas ahí solo, con todo el pueblo parado alrededor de ti desde la mañana hasta la noche? Moshé respondió a su suegro: Es porque el pueblo viene a mí para buscar el consejo de Elohim. Cuando sea que ellos tienen una disputa, y vienen a mí; yo juzgo entre una persona y otra, y yo explico a ellos las leyes y enseñanzas de Hashem.
- Yitró aconseja a Moshé y Moshé acepta su consejo: Observando que Moshé estaba sobrecargado de tareas judiciales, Yitró le dice a Moshé, Yo te daré algún consejo, y Hashem estará contigo. Tú debes representar al pueblo delante de Hashem, y tú debes traer sus casos a Hashem. Tú también debes enseñarles las leyes y las enseñanzas, y mostrarles cómo deben vivir sus vidas y qué trabajo deben hacer. Pero debes escoger de entre todo el pueblo varones de virtud, que sean temerosos de Hashem, Varones de verdad, que aborrezcan la avaricia, honestos e incorruptibles, que odien el orgullo para ser sus jueces, a cargo de miles, cientos, cincuentas y diez. Moshé escogió hombres competentes de Israel y los hizo jefes sobre el pueblo.
- La importancia saber delegar: Moshé necesitaba aprender la valiosa habilidad de delegar autoridad. Hay necesidad de establecer prioridades, y limitarnos a hacer las cosas que podemos hacer, que otros no pueden hacer, a no ser que, como Moshé, asumamos mucho de la carga. Shemot (Éxodo 18: 20) Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer. Un problema es que a muchas personas no les gusta delegar, ya que piensan que nadie puede hacer bien lo que ellos hacen. Moshé acepto el consejo de su suegro, y busco personas con ciertas características. Así los altos mandos deben de depositar su confianza en otras personas con capacidades. Y recálcales lo importante del compromiso que se le va a demandar. El delegar no es renunciar a nuestras responsabilidades, si tú sabes hacer lo que delegas también podrás controlar o supervisar. Las grandes empresas del mundo han logrado llegar hasta ese nivel porque han aprendido el arte de delegar. Solo si aprendemos a trabajar en equipo lograremos grandes cosas y podremos llegar muy lejos. La mejor forma para poder delegar es enseñando, entrenando y capacitando a quienes tenemos en nuestro equipo de trabajo, llamase empresarial, Iglesia, Keila, Comunidad.
- No delegar lo prioritario: Un padre de familia no puede delegar el cuidado y protección de sus hijos pequeños a los que son más grandecitos, ni tampoco delegar la crianza de nuestros hijos a los maestros del colegio donde asisten.
- Yitró parte hacia su tierra: Entonces Moshé despidió a su suegro, y su suegro regresó a su tierra para inducir a su familia a abrazar la fe hebrea.
- Israel en Sinaí: El primer día del tercer mes desde la salida de los israelitas de Egipto, en este mismo día llegaron al desierto del Sinaí. Salieron de Refidim y arribaron al desierto del Sinaí. Acamparon en el desierto. Israel acampó allí, frente al monte. La expresión en singular “Israel acampó allí” alude al espíritu de hermandad y armonía tan típico del Pueblo Hebreo en los momentos cruciales de su historia. En este caso, Israel estaba a punto de recibir la Torá, alma mater del pueblo judío. Esa hermandad obró como virtud fundamental por la cual Israel se hizo acreedora a tan magnífico tesoro.
- Moshé asciende al Sinaí: Moshé ascendió hacia Elohim. Hashem lo llamó desde el monte diciéndole: Así le hablarás a la Casa de Iaacov (Jacob) y les dirás a los Hijos de Israel. Uds. vieron lo que le hice a Egipto y cómo los llevé a Uds. sobre alas de águilas y los traje hacia Mí. Ahora, si escuchasen atentamente Mi voz y cumpliesen Mi pacto, serán para Mí el más preciado tesoro entre todos los pueblos, pues toda la tierra es Mía. Uds. serán para Mí un reino de ministros y una nación sagrada. Éstas son las palabras que deberás transmitir a los israelitas. Fue Moshé y citó a los ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas palabras que le ordenara Hashem. Entonces todo el pueblo respondió unánimemente: Haremos todo lo que dijo Hashem. Y Moshé le transmitió a Hashem las palabras del pueblo. Hashem le dijo a Moshé: Yo vendré hacia ti en una espesa nube para que el pueblo escuche mientras Yo hablo contigo, y así creerán también en ti para siempre. Y Moshé le transmitió a Hashem la respuesta del pueblo.
- Hashem manda que el pueblo se purifique: Hashem le dijo a Moshé: Anda y prepara al pueblo hoy y mañana. Que (se purifiquen, que ellos laven sus ropas; y se preparen para el tercer día. Porque en el tercer día, Hashem descenderá en el Monte Sinaí delante de los ojos de todo el pueblo.
- Limites sobre el monte Sinaí: Pondrás límites para el pueblo todo derredor; y dirás: Tengan cuidado de no ir a la montaña ni aun tocar su base; cualquiera que toque la montaña de cierto será puesto a muerte. Ninguna mano la tocará; porque él tiene que ser apedreado o matado con flechas; ni animal ni humano le será permitido vivir. Cuando las voces y el shofar suenen, y las nubes se aparten de la montaña, ellos pueden subir a la montaña.
- Cuando suene el Shofar podrán ascender al Monte: Y resulta que al tercer día, al despuntar la mañana, hubo truenos y relámpagos, una espesa nube sobre el monte y un sonido muy fuerte de shofar. Todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció. Entonces Moshé sacó al pueblo del campamento al encuentro de Elohim, y se pararon al pie del monte. Y todo el monte de Sinaí humeaba, pues Hashem había descendido sobre él en fuego; y su humo subía como el humo del horno. Todo el monte se estremeció mucho. El sonido de la bocina (Shofar) se hacía cada vez más fuerte. Moshé hablaba y Elohim le respondía respecto de la voz.
- Hashem descendió sobre el monte del Sinaí, a la cumbre del monte: Hashem citó a Moshé a la cima del monte, y Moshé ascendió. Hashem le dijo a Moshé: Desciende y advierte a la gente que no rompan filas o sea, que no desborden los límites del monte, para ver la Divinidad, pues si lo hacen caerá una multitud de ellos. Incluso los Cohanim (Sacerdotes) que se acerquen a Hashem, realizando el servicio divino, que se santifiquen, para que Hashem no haga estragos contra ellos.
- Y serán para Mí un reino de Cohanim (sacerdotes) (Shemot/(Éxodo 19:6): ¿A qué se refiere Hashem cuando dice que seamos un reino de sacerdotes? ¿Cómo podemos ser todos Cohanim cuando la vasta mayoría de nosotros no somos hijos de Cohanim, tal como lo requiere la Ley Judía? Hashem no está diciendo que todos debemos pertenecer a la tribu sacerdotal, sino que adoptemos una cierta característica propia de los Cohanim. Najmánides (Rabí Moshé ben Najman, alias Rambán) escribe en la introducción a su comentario del Libro de Deuteronomio, que es el quinto y último libro del Pentateuco, que si bien Deuteronomio reitera todas las leyes que ya habían sido enumeradas en los cuatro libros anteriores del Pentateuco, no hace mención de los sacrificios rituales y las tareas de los Cohanim, los sacerdotes del Templo Sagrado. ¿Por qué? Najmánides explica que los Cohanim son ágiles y veloces, que hacen de inmediato lo que se les ordena, y de la mejor manera posible. No hace falta repetirles las leyes y los preceptos. Pero, a diferencia de los Cohanim, el resto de la nación judía a veces son perezosos y olvidadizos, y hace falta decirles varias veces que hagan algo, a veces dos e incluso tres veces… Y no sólo eso, sino que el resto de la nación necesita duras advertencias y reprimendas para que empiecen a moverse. Najmánides alaba la agilidad de los Cohanim en su servicio de Hashem. Y es por eso que Hashem quiere que todos adoptemos ese mismo rasgo, servir a Hashem con agilidad y prontitud.
- Los Aséret hadibrot – Los Diez mandamientos: Los Diez Mandamientos representan la Torá y uno de los principales propósitos de la Torá es revelar el carácter del Mesías. Después llegó el momento supremo de la historia del mundo.
La voz de Hashem fue oída por todo hombre, mujer y niño, mientras formulaba las bases de la conducta moral y religiosa de todos los tiempos: 1 - Yo soy el Hashem, tu Elohim, que te saqué de la tierra de Egipto, (la primera mitzvá, conocer a Hashem) 2 - No tendrás otros dioses delante de Mí...3 - No pronuncies el nombre de Hashem, tu Elohim, en vano... 4 - Acuérdate del Shabát para santificarlo...5 - Honra a tu padre y a tu madre...6 - No matarás. 7 - No cometerás adulterio 8 - No robarás. 9 - No levantarás falso testimonio contra tu prójimo. 10 - No codiciarás la casa de tu prójimo...
HAFTARÁ
Visión y Llamamiento de Ieshaiá (Isaías): En el año de la muerte del rey Uziahu, vi a Hashem sentado sobre un trono alto y excelso y Sus Piernas colmaban el templo. Hashem estaba sentado en Su trono juzgando a Uziahu por haber ofrendado incienso en el Templo sin permiso. Los Serafim estaban por encima, a Su servicio. Cada uno tenía seis alas con dos cubrían su rostro, con dos cubrían sus piernas y con dos volaban. Y se decían uno al otro: Santo, Santo, Santo, es Hashem de los Ejércitos, todo el cosmos está colmado de Su gloria. Los marcos de las puertas se conmovieron por el sonido de los ángeles que clamaban. Y el Templo se llenó de humo. Yo dije: Pobre de mí, estoy destruido, pues soy hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros. Y mis ojos vieron al Rey, a Hashem de los Ejércitos. Isaías estaba seguro de que moriría pues ningún humano puede ver a Hashem y permanecer con vida. Uno de los Serafines voló hacia mí trayendo en su mano un carbón encendido, que con las tenazas había tomado del Altar. Me tocó la boca y me dijo: Mira, éste ha tocado tus labios. Tu falta ya se ha ido y tu transgresión ya fue perdonada.
Yeshayahu [Isaías] 6:1 - 13
La Haftará la podemos mirar de varias formas.
- Como una revelación divina: Tanto Yitró como Isaías experimentan encuentros con lo divino. Yitró presencia los milagros asociados con el Éxodo y reconoce la mano de Hashem en ellos (Éxodo 18:11). Isaías recibe una visión directa de Hashem en el salón del trono celestial (Isaías 6:1-4).
- Liderazgo y servicio: Tanto Moshé como Isaías son llamados a servir a Hashem en roles de liderazgo. Moshé recibe los Diez Mandamientos y se convierte en el conducto del pacto de Hashem con los israelitas (Éxodo 19-20). Isaías es comisionado como profeta para hablar la palabra de Hashem a la nación (Isaías 6:8-13).
- Humildad y purificación: Ambas figuras demuestran humildad y una disposición a ser purificadas para sus tareas. Moshé inicialmente declina el papel de liderazgo debido a sus sentimientos de insuficiencia (Éxodo 3:11). Isaías, al ver la santidad de Hashem, reconoce su propia indignidad y clama por la purificación (Isaías 6:5). Dos pasajes mencionan el número «seis». Moshé instruye a la gente a lavarse la ropa durante seis días antes de la revelación en Sinaí (Éxodo 19:10), e Isaías ve a los serafines con seis alas cada uno (Isaías 6:2).
BRIT HADASHÁ
La razón por la que te dejé en Creta, fue para que atendieras los asuntos que todavía no estaban en orden y para que nombraras dirigentes en las Asambleas de cada ciudad, esas fueron mis intenciones. Un dirigente debe ser sin culpa, esposo de una sola mujer, que tenga hijos creyentes y no tengan reputación de ser indómitos ni rebeldes. Porque el dirigente tiene que ser irreprochable, para que se le confíen los asuntos de Hashem; no puede ser voluntarioso o irritable, no debe beber excesivamente, no debe meterse en peleas ni ser codicioso de ganancias deshonestas. Más bien, hospitalario, amante de lo bueno, de mente sensata, íntegro, Kadosh y que tenga dominio propio. Debe sujetarse firmemente, digno de la confianza que está de acuerdo con las enseñanzas; para que por sus sólidas enseñanzas pueda exhortar, alentar y rebatir a los que contradicen.
Tito 1:5 - 11
Rav Shaul (el apóstol Pablo) escribe a Tito, su hijo espiritual y colaborador, describiendo las tareas que le ha dejado en la isla de Creta. Estos versículos destacan la importancia del carácter, las habilidades de liderazgo y el compromiso con la sana doctrina en quienes se les encomienda guiar y pastorear a la comunidad. Y describe las cualidades y responsabilidades que deben tener los lideres (ancianos, obispos o presbíteros).
- Irreprochables: Impecable en carácter y conducta.
- Hombre casado con una sola mujer, demostrando fidelidad y compromiso.
- Sus hijos deben ser creyentes y no estar acusados de inmoralidad o rebelión.
- Hospitalario: Abierto y acogedor con los demás.
- Amante de lo bueno: Con un carácter moral y recto.
- Domado: Capaz de controlarse a sí mismo y a sus emociones.
- Justo: Justo y recto en sus tratos.
- Kadosh (Santo): Obediente a los mandamientos de Hashem y viviendo una vida santa.
- Disciplinado: Capaz de controlarse a sí mismo y a sus deseos.
La parashá, la haftará y la Brit Hadasha, se enfocan en la importancia del liderazgo al servicio de Hashem. El objetivo principal del líder creyente en el Mashiaj es glorificar a Hashem y guiar a otras personas a parecerse más a Nuestro Adon Yeshua HaMashiaj. Miremos algunos pasuk (versículos) sobre liderazgo (Mateo 20:25-28—25:21—Col 1:28-29—2 Co 5:14-15).
COMENTARIOS
REFLEXIÓN DE LA PARASHÁ
- Por el camino de la filistea los israelitas podían llegar a Canaán, caminando normalmente, en once días, pero viendo el Eterno que no estaban preparados para constituir un pueblo bien disciplinado, con sus leyes y estatutos, les guio por un camino opuesto, a fin de entrenarles espiritualmente
antes de ocupar la Tierra Prometida. - El Cántico contiene: (a) Una alabanza general al Eterno Di-s, por ser el Poderoso Salvador, tanto nuestro como de nuestros
antepasados, ante quien nada ni nadie puede resistirse; (b) un repaso de los milagros que acompañaron la partición del mar; (c) el plan que el Faraón tuvo en mente al perseguir a la nación y el rotundo fracaso de sus designios; (d) la reacción de los cananeos y demás naciones ante el milagro y lo que este presagiaba para ellos y,
finalmente, (e) el futuro de Israel como la nación del Eterno Di-s en Éretz Israel. - Mirando la parashá desde la óptica espiritual, el Eterno nos está enseñando, a desarrollar la EMUNA, LA FE.
- En Eterno en el salmo 91 nos da un cuadro de toda su protección para nosotros
- Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza, nuestro protector, es fiel no importando nuestra circunstancia, está presente en momentos BUENOS, y en momentos NO TAN BUENOS,
- El Eterno nos esta recordando que él nunca nos a desamparado, que nunca nos ha dejado, ni nunca nos dejara; Nos dice: No te dejo, no te dejara, no te abandonare; Mas bien nosotros somos los que nos salimos de los parámetros del Eterno, cuando desobedecemos sus mandamientos y estatutos.
- Decimos obedecer y guardar, pero algunas veces hacemos caso omiso a cumplir a cabalidad la Torá/La Biblia.
- Él nos protege de día y de noche, como protegió a nuestro pueblo en el desierto; Hashem es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
- La provisión del maná era diaria, no semanal ni mensual, porque el Eterno quería enseñarle a su pueblo (y a nosotros hoy) que, más allá del alimento físico, la mayor necesidad que tiene el hombre en esta vida, en medio del desierto, en medio de las dificultades, es una relación íntima que dependa de Él.
- ¡Necesitamos saber que Él es el Señor, y debemos conocer que Él es nuestro Elohim!, nuestro proveedor.
- A pesar de todas las indicaciones que el Eterno les dio, muchos fueron tercos, y desobedecieron desafiando las órdenes del Eterno y salieron el séptimo día a recoger alimentos, pero no les cayo nada. Igual nos pasa hoy en día, decimos obedecer al Eterno, decimos cumplir con sus mandamientos, pero muchas veces en el día de reposo, lo aprovechamos para hacer cosas que por estar trabajando no podemos hacer.
- Que el Eterno nos ayude a
verdaderamente obedecerle,
ya que es para nuestro propio
beneficio