UN CORAZÓN ORGULLOSO
- Moshé y Aharón entran al palacio de Paró: Hashem le dijo a Moshé: Ven a lo de Paró y adviértele. Hasta ahora, Moshé se había encontrado con Paró en diferentes lugares, pero ahora debía ir a su palacio, lo que despertó el temor de Moshé. Hashem le dijo entra a la presencia de Paró, ven conmigo, no temas, Yo te acompañaré. Pues Yo hice que él y sus sirvientes se pusiesen tercos, para mostrarles estas maravillas mías o estas mis señales, y para que le cuentes a tu hijo y a tu nieto cómo he ridiculizado a Egipto y las maravillas que hice dentro de ellos. Entonces sabrán Uds. que Yo soy Hashem. Moshé y Aharón vinieron a lo de Paró y le dijeron: Así dijo Hashem, Elohim de los hebreos.
- Advertencia sobre la octava plaga: ¿Hasta cuándo te negarás a someterte a Mí? Deja salir a Mi pueblo para que Me adoren, porque si te sigues negando a dejar salir a Mi pueblo, mañana traeré langostas dentro de tu territorio. Cubrirán la superficie de la tierra tan espesamente que nadie podrá ver el suelo y consumirán el remanente de lo que les haya quedado a Uds. del granizo y consumirán todos los árboles que a Uds. les crecen en el campo. Colmarán tus palacios, las casas de todos tus sirvientes y las casas de todos los egipcios. Será algo como jamás vieron tus padres ni tus abuelos desde el día en que fueron creados sobre la tierra hasta el día de hoy. Entonces dio media vuelta y se retiró del palacio de Paró.
- ¿Hasta cuándo será éste un escollo para nosotros?: Los sirvientes de Paró le dijeron: ¿Hasta cuándo será éste un escollo para nosotros?, permita a los hombres ir y adorar a Hashem, su Elohim ¿Aún no asumió Ud. que Egipto está perdido?
- Sólo hombres vayan y adoren: Moshé y Aharón fueron llevados nuevamente ante Paró, que les dijo: Vayan a adorar a Hashem, Elohim de Uds.; ¿pero quiénes irán exactamente? respondió Moshé: Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos, con nuestros hijos y nuestras hijas. Y con nuestros ovinos y con nuestros bovinos iremos, porque es una Festividad de Hashem para nosotros. Entonces Paró les replicó: Que Hashem esté con Uds. cuando yo los envíe junto con sus hijos, Pero miren que el mal que harán se tornará contra Uds. Pero no será así, sino que sólo los hombres vayan y adoren a Hashem, (sólo los hombres, y no los niños,) pues eso es lo que han pedido originalmente. Y fueron expulsados de la presencia de Paró.
- Octava plaga, langostas: Hashem le dijo a Moshé: Levanta tu mano sobre la tierra de Egipto, para que surjan las langostas sobre la tierra de Egipto, que consumirán toda la vegetación del país, todo lo que quedó del granizo. Y en efecto, Moshé levantó su bastón sobre la tierra de Egipto y Hashem provocó un viento del este que sopló sobre el país, todo el día y toda la noche. Por la mañana, el viento del este trajo las langostas. Las langostas invadieron toda la tierra de Egipto y se posaron en todo el territorio de Egipto. Fue muy severo. Nunca hubo antes, ni habrá después, semejante plaga de langostas. Cubrió la superficie de todo el país tan espesamente que la tierra se oscureció. Consumió toda la vegetación de la tierra y todos los frutos de los árboles, remanentes del granizo. No quedó nada de verdor, ni en los árboles ni en las plantas del campo, en todo Egipto.
- Paró implora perdón: Paró mandó llamar inmediatamente a Moshé y a Aharón y les dijo: Pequé contra Hashem, Elohim de Uds, y contra Uds. Pero por favor, perdonen por esta vez mi pecado y rueguen a Hashem, Elohim de Uds, para que tan sólo quite de mí esta plaga de muerte. Salió Moshé de lo de Paró y elevó su plegaria a Hashem. Entonces Hashem hizo soplar un viento muy fuerte del oeste, que se llevó las langostas al Iam Suf (Mar Rojo) No quedó ni una langosta dentro de los límites de Egipto. Pero Hashem hizo que Paró se pusiera terco, y éste no dejó salir a los israelitas.
- Novena plaga, tinieblas: Entonces dijo Hashem a Moshé: Levanta tu mano hacia el cielo para que haya oscuridad sobre la tierra de Egipto, y la oscuridad se tornará más espesa aún que la oscuridad de la noche. Moshé levantó su mano hacia el cielo y hubo una densa oscuridad en toda la tierra de Egipto, durante tres días. Nadie pudo ver a nadie, ni nadie pudo levantarse de su lugar durante tres días seguidos. Esta plaga duró seis días. Sin embargo, para los israelitas sí había luz en donde ellos se encontraban. Entonces Paró citó a Moshé y le dijo: Vayan, adoren a Hashem, pero que queden aquí sus ovinos y sus bovinos. Que sus niños vayan con Uds. Dijo Moshé: Tú también nos darás animales para ofrendas, para que las ofrendemos a Hashem, nuestro Elohim. Nuestro ganado también irá con nosotros, no quedará ni una pezuña porque de él de nuestro ganado tomaremos animales para ofrendar a Hashem, nuestro Elohim, y no sabemos cuántos animales ofreceremos a Hashem hasta nuestro arribo allí. Pero Hashem hizo que Paró se pusiera terco y se rehusara a dejarlos ir. Además, Paró le dijo a Moshé: Vete de aquí y cuídate de no volver a verme otra vez, porque el día en que vinieses a verme, morirás. Y dijo Moshé: Bien has dicho; No volveré a verte. Esta novena plaga era especialmente significativa. Se trataba de un ataque directo al Paró (faraón), ya que Ra era el dios egipcio del Sol. La plaga de oscuridad demostraba que el Dios de Moshé era más poderoso que el del faraón.
- Advertencia acerca de la plaga de los primogénitos: Hashem le dijo a Moshé: Ejecutaré aún una plaga más contra Paró y contra Egipto. Después, él mismo los echará de aquí. Cuando los eche, será una liberación absoluta, o sea los dejará salir a todos Uds. Por favor, dile al pueblo que cada hombre pida a su vecino, y cada mujer a su vecina, joyas de plata y joyas de oro. Hashem hizo que los egipcios fueran muy amables con los israelitas. También, Moshé era considerado por los sirvientes de Paró y por el pueblo, un hombre extraordinario en la tierra de Egipto. Dijo Moshé: Así dijo Hashem: A medianoche pasaré por todo Egipto y morirá todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Paró, que ocupa el trono, hasta el primogénito de la esclava que trabaja en los molinos. Y todo primogénito de las bestias. Habrá gritos de dolor en toda la tierra de Egipto, como nunca los ha habido ni los volverá a haber. Y en cuanto a los israelitas, ni un perro ladrará contra ellos, contra ninguna persona ni animal alguno de ellos. Eso es para que asuman que Hashem hace diferencia entre los egipcios e israelitas. Entonces vendrán a verme todos estos sirvientes tuyos y me pedirán de rodillas, diciendo: Váyanse, tú y todo el pueblo que te sigue, y después recién me iré. Y muy enojado se retiró de lo de Paró. Entonces Hashem le dijo a Moshé: Paró no les hará caso a Uds, y gracias a eso, más numerosas serán aún las maravillas que haré en la tierra de Egipto. Moshé y Aharón hicieron todas estas maravillas ante Paró, pero Hashem lo hizo ponerse terco y en consecuencia no dejó salir de su territorio a los israelitas.
- Calendario hebreo: Hashem les habló a Moshé y a Aharón en Egipto, y les dijo: Esta luna nueva será para Uds. cabeza de mes. (El mes de Aviv/Nisán) será para Uds. el primero de los meses del año. Es la primera mitzvá (precepto, mandamiento) que le fuera ordenado al Pueblo de Israel. El calendario hebreo es básicamente lunar, pero con ajuste al calendario solar: Consta de doce meses lunares de 29 ó 30 días cada uno. Y cada dos o tres años se le intercala un mes adicional, «Adar Segundo», que antecede al mes de Nisán. Eso es a los efectos de compensar el retraso del año lunar respecto del solar, a fin de que la Festividad de Pesaj tenga lugar, siempre, primavera tal como lo prescribe la Torá. Es de notar que el primer mes del Calendario es el mes de Nisán, el mes del éxodo de Egipto; aunque el año comienza en el mes de Tishrei. El calendario lunar tiene 354 día contra 365 días del solar. Debemos tener una combinación entre la luna y el sol.
- La institución de Pesaj (Pascua) – La Ofrenda de Pesaj en Egipto: Hashem les dice a Moshé y a Aharón: Transmítanles a toda la congregación de Israel. Díganles: El día 10 de este mes cada uno tomará un cordero o un cabrito por clan familiar, un cordero (o cabrito) por familia (Si el clan familiar fuese numeroso, deben tomar un cordero o cabrito por cada familia individual.) Y si la familia fuese demasiado pequeña para (comer todo) un cordero o cabrito, entonces él y su vecino más cercano a su hogar tomarán uno (entre ambos) de acuerdo al número de personas. El animal deberá estar íntegro, no podrá tener defectos físicos. Deberá ser macho menor de un año. Podrá ser un cordero o cabrito. Deberán mantenerlo hasta el día 14 de este mes de Nisán, cuando lo degüelle toda la congregación de Israel, a la tarde. Luego tomarán de la sangre del animal y la pondrán en los dos marcos de la puerta exterior y en el dintel de las casas en las que lo coman. Y en aquella misma noche comerán la carne asada al fuego, con matzot (pan ácimo, sin levadura) y hierbas amargas la comerán (que simbolizan la amargura de la esclavitud.) No la coman a medio asar ni hervida, sino asada al fuego. No podrán dejar nada para la mañana siguiente. Y lo que sobrase a la mañana, al fuego deberán quemarlo. Deberán comerlo de prisa, antes de que diera comienzo la plaga contra los primogénitos, a medianoche. Es la ofrenda de Pesaj a Hashem (Pesaj significa “saltear” en alusión a que Hashem salteó las casas de los israelitas y sólo castigó a los primogénitos egipcios.) Pues esta noche pasaré por la tierra de Egipto y mataré a todo primogénito en la tierra de Egipto, ya sea primogénito humano o de animal. A todos los dioses de Egipto ejecutaré. Yo, Hashem. La sangre les servirá a Uds. para señalar las casas donde se encuentren. Y al ver Yo la sangre en los dinteles de sus puertas, los pasaré por alto. Y así, la plaga exterminadora no los afectará a Uds. cuando castigue a la tierra de Egipto.
- La Celebración de la Festividad de Pesaj: Ese día, el día de la salida de Egipto, o sea el día posterior a la ofrenda de Pesaj, será para recuerdo de Uds. y lo celebrarán como fiesta a Hashem en todas las generaciones. Es un decreto eterno que Uds. deben celebrar Pesaj. Siete días comerán matzot pan sin leudar. Pero desde la víspera de la Festividad deberán ya quitar la levadura de sus casas. Cuiden las matzot que no fermenten, porque en este mismo día Yo los saqué a todos Uds. de la tierra de Egipto. Cuiden ese día en todas sus generaciones. Es un decreto eterno, a perpetuidad. Tanto el primer día como el séptimo día serán para Uds. días de reunión sagrada.
- Décima plaga – muerte de los primogénitos: Y en efecto, a la medianoche Hashem castigó de muerte a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Paró (faraón) hasta el primogénito del prisionero confinado en la cárcel, y todo animal primogénito. Paró se levantó a la noche, él, todos sus sirvientes y todos los egipcios. Hubo un grito estruendoso en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto.
- Los israelitas salen de Egipto: Entonces Paró, mandó llamar a Moshé y a Aharón, de noche, y les dijo: Vamos, salgan de en medio de mi pueblo, Uds. y todos los israelitas, vayan a adorar a Hashem como dijeron. Lleven también sus ovejas y sus vacunos, tal como pidieron. Vayan y bendíganme también a mí. Los egipcios apuraron a los israelitas para que se fuesen rápido de su territorio, porque pensaban: Todos moriremos. El pueblo llevó su masa sin fermentar y los restos de matzá y hierbas amargas envueltos en sus ropas. También, en cumplimiento de las órdenes de Moshé, los israelitas pidieron a los egipcios artículos de plata, artículos de oro y vestimentas. Hashem hizo que los egipcios respetaran al pueblo y que les dieran alhajas de plata, y de oro, y vestidos. Les dieron cuanto pedían. Los israelitas partieron de Ramsés a Sucot. Eran como 600.000 hombres en pie, sin contar las mujeres ni los niños. Asimismo, una multitud de diversos orígenes salió con ellos, juntamente con el ganado menor y mayor. Y de la masa que habían sacado de Egipto, hornearon tortas de matzot, pues no tuvieron tiempo para que leudara, porque salieron de Egipto sin demorarse; ni tampoco pudieron aprovisionarse de alimentos para el viaje. El tiempo durante el cual los israelitas fueron extranjeros durante su estadía en Egipto, fue de 430 años.
- Consagración de los primogénitos: Hashem le habló a Moshé para que transmita a los israelitas y dijo: Conságrame todo primogénito. Todo hijo mayor de los israelitas, que abre la matriz de su madre, Me pertenece, igual que toda primera cría de sus animales. Moshé le dijo al pueblo: Acuérdense de este día en que salieron de la esclavitud en Egipto. Pues con Mano poderosa Hashem los sacó de aquí. Por consiguiente no se comerá en este día, ni durante toda la festividad de Pesaj jametz, (productos leudados o fermentados). Hoy mismo salen, en el mes de Aviv, mes de la primavera. Cuando Hashem los conduzca a la tierra de los kenaanitas, como te ha jurado a ti y a tus antepasados, y te la entregue, deberás apartar para Hashem todo hijo varón primogénito, el que abre la matriz de su madre. Asimismo, todos los primeros machos que les naciesen a sus animales serán para Hashem. Los egipcios confiaban y dependían de sus dioses falsos para suplir sus necesidades. Nosotros confiamos y dependemos de un Elohim verdadero, que nos ama, y nos dio a su hijo Yeshua Hamashiaj, el cual murió en el madero por nosotros. Y nos dejo al consolador al Ruaj Hakodesh (E.S).
HAFTARÁ
Esta es la palabra que Hashem le dijo al profeta Irmeiahu (Jeremías) cuando Nevujadnetzar (Nabucodonosor), rey de Bavel (Babilonia), estaba yendo a atacar a Egipto: Declara esto en Egipto y proclámalo en Migdol. Hazlo conocer en Nof (Menfis) y en Tajpanjés. Dí: Párate firme y prepárate, pues la espada está haciendo estragos a tu alrededor. ¿Por qué fueron barridos tus valientes? Ninguno puede estar de pie porque Hashem los empujó. Él provocó que muchos tropezaran. Uno caía sobre otro y decían: Levántate y volvámonos a nuestro pueblo, a nuestra patria. Huyamos de la espada opresora. Allí claman los babilonios: Paró, faraón de Egipto, ha hecho ruido de guerra, pero ha dejado pasar el tiempo señalado.
Yirmiyahu [Jeremías] 46:13 - 28
La haftará describe una profecía sobre la caída de Babilonia. Jeremías predice que Babilonia será conquistada por Nabucodonosor, rey de Asiria. Y termina con una descripción del juicio de Hashem sobre Babilonia. Jeremías describe a Babilonia como una ciudad poderosa y rica. Sin embargo, Jeremías también predice que Babilonia será conquistada. Jeremías describe a Nabucodonosor como un rey poderoso y cruel. Nabucodonosor es descrito como un león que acecha a su presa. Es una profecía poderosa que ofrece una visión del futuro de Israel. Y recuerda a los judíos que Elohim es un Elohim justo que juzgará a las naciones impías. Y nuestra una visión del futuro de Israel, que se convertirá en una nación libre y próspera.
BRIT HADASHÁ
Era el Día de la Preparación, y los Yahudim no querían que los cuerpos se quedaran en la estaca en Shabbat, puesto que era un Shabbat especialmente importante. Así que le pidieron a Pilato que les quebrara las piernas, y removiera los cuerpos. Los soldados vinieron y quebraron las piernas del primer hombre que estaba en la estaca al lado de Yeshua, entonces las piernas del otro; pero cuando vinieron a Yeshua, y vieron que ya estaba muerto, no quebraron sus piernas. Sin embargo, uno de los soldados le clavó una lanza en el costado, y al instante fluyó sangre y agua de Él. El hombre que vio esto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero. Y Él sabe que dice la verdad, para que ustedes puedan confiar. Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliera el pasaje en el Tanaj: Ni uno de sus huesos será quebrado.
Iojanan [Juan] 19:31 - 37
La Brit Hadasha de la parasha Bo establece las leyes de Pesaj (Pascua). Los israelitas son instruidos a sacrificar un cordero pascual y a untar la sangre del cordero en los dinteles y los postes de sus puertas. Esto les protegerá de la plaga de los primogénitos. La Pascua se asocia con la muerte y resurrección de Yeshua. Yeshua es a menudo comparado con el cordero pascual, que fue sacrificado para salvar a su pueblo. La Pascua es una fiesta de esperanza y redención que recuerda a los creyentes el amor de Hashem por el mundo. Este pasaje es significativo por varias razones. En primer lugar, cumple una profecía de la Torá. En el libro de Números, Hashem dice que no se le romperá ningún hueso al Cordero Pascual (Números 9:12). Yeshua es el Cordero Pascual, y su muerte cumple esta profecía.
COMENTARIOS
REFLEXIÓN DE LA PARASHÁ
- Por el camino de la filistea los israelitas podían llegar a Canaán, caminando normalmente, en once días, pero viendo el Eterno que no estaban preparados para constituir un pueblo bien disciplinado, con sus leyes y estatutos, les guio por un camino opuesto, a fin de entrenarles espiritualmente
antes de ocupar la Tierra Prometida. - El Cántico contiene: (a) Una alabanza general al Eterno Di-s, por ser el Poderoso Salvador, tanto nuestro como de nuestros
antepasados, ante quien nada ni nadie puede resistirse; (b) un repaso de los milagros que acompañaron la partición del mar; (c) el plan que el Faraón tuvo en mente al perseguir a la nación y el rotundo fracaso de sus designios; (d) la reacción de los cananeos y demás naciones ante el milagro y lo que este presagiaba para ellos y,
finalmente, (e) el futuro de Israel como la nación del Eterno Di-s en Éretz Israel. - Mirando la parashá desde la óptica espiritual, el Eterno nos está enseñando, a desarrollar la EMUNA, LA FE.
- En Eterno en el salmo 91 nos da un cuadro de toda su protección para nosotros
- Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza, nuestro protector, es fiel no importando nuestra circunstancia, está presente en momentos BUENOS, y en momentos NO TAN BUENOS,
- El Eterno nos esta recordando que él nunca nos a desamparado, que nunca nos ha dejado, ni nunca nos dejara; Nos dice: No te dejo, no te dejara, no te abandonare; Mas bien nosotros somos los que nos salimos de los parámetros del Eterno, cuando desobedecemos sus mandamientos y estatutos.
- Decimos obedecer y guardar, pero algunas veces hacemos caso omiso a cumplir a cabalidad la Torá/La Biblia.
- Él nos protege de día y de noche, como protegió a nuestro pueblo en el desierto; Hashem es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
- La provisión del maná era diaria, no semanal ni mensual, porque el Eterno quería enseñarle a su pueblo (y a nosotros hoy) que, más allá del alimento físico, la mayor necesidad que tiene el hombre en esta vida, en medio del desierto, en medio de las dificultades, es una relación íntima que dependa de Él.
- ¡Necesitamos saber que Él es el Señor, y debemos conocer que Él es nuestro Elohim!, nuestro proveedor.
- A pesar de todas las indicaciones que el Eterno les dio, muchos fueron tercos, y desobedecieron desafiando las órdenes del Eterno y salieron el séptimo día a recoger alimentos, pero no les cayo nada. Igual nos pasa hoy en día, decimos obedecer al Eterno, decimos cumplir con sus mandamientos, pero muchas veces en el día de reposo, lo aprovechamos para hacer cosas que por estar trabajando no podemos hacer.
- Que el Eterno nos ayude a
verdaderamente obedecerle,
ya que es para nuestro propio
beneficio