REVELACIÓN DE SALVACIÓN
- Iehudá le ruega por Biniamín al virrey: Iehudá intercede ante Iosef [José], quien aún no se ha revelado como hermano; entonces Iehudá [Judá] se acercó a él (a Iosef) y le dijo: Por favor, mi amo, permítame que yo, su servidor, le diga algo; no se enoje contra mí, pues Ud. es como Paró [Faraón]. Ud nos preguntó a nosotros, servidores suyos, si teníamos padre o hermano. Y así le respondimos, mi amo: Tenemos un padre anciano y un joven muchacho hijo de su vejez. Su hermano falleció y él quedó solo de parte de su madre; y su padre lo ama. Entonces Ud. nos dijo a nosotros, servidores suyos, que se lo trajéramos para que pudiese verlo. Y así le respondimos a Ud., mi amo: El joven no puede dejar a su padre, pues si lo dejase moriría. Pero Ud. insistió sobre nosotros, servidores suyos: Si no descendiese su hermano menor con Uds., no volverán a ver mi rostro. Y cuando llegamos a lo de mi padre, su servidor, le transmitimos las palabras suyas, mi amo. Cuando nuestro padre nos dijo que volviésemos a comprar provisiones, nosotros le respondimos que no podíamos descender a Egipto; y que sólo descenderíamos si nuestro hermano menor iría con nosotros, porque no podríamos presentarnos ante el hombre a menos que estuviese con nosotros nuestro hermano menor. Nos dijo entonces nuestro padre, su servidor: Uds. saben que dos hijos me dio mi esposa Rajel: uno de ellos ya me ha abandonado, y yo dije que sin duda ha sido despedazado. Y no lo he vuelto a ver. Y si también a éste quitasen de mi presencia y le sucediese alguna desgracia, harían descender mi ancianidad con dolor a la sepultura; continúa exponiendo Iehudá ante el faraón: Ahora, cuando llegue ante mi padre, servidor suyo, y el joven no estuviese con nosotros, siendo que su alma está tan ligada al alma de él, al ver que el joven no está, moriría. Y así, nosotros, servidores suyos, provocaremos que la ancianidad de nuestro padre descienda a la sepultura con dolor. Pues yo, servidor suyo, asumí la responsabilidad por el joven ante mi padre, diciéndole: ‘Si no lo volviese a traer, cargaré yo la culpa para con mi padre todo el tiempo.
- Iosef se da a conocer a sus hermanos: Ante el arrepentimiento manifestado por Iehudá, y al haberse ya cumplido el sueño profético de Iosef, de que sus hermanos se prosternarían ante él, consideró que era el momento de darse a conocer. Iosef, no pudiendo contener sus emociones ante los presentes, ordenó: Hagan salir a todos los ajenos de mi presencia. Y no quedó nadie con Iosef cuando se dio a conocer a sus hermanos; Iosef no podía soportar que hubiera egipcios presenciando la humillación de sus hermanos cuando se diera a conocer a ellos. Por eso hizo desalojar la sala. Entonces lloró en voz alta, lo oyeron los egipcios y lo oyó la gente de la casa de Paró. Dijo Iosef a sus hermanos: Yo soy Iosef ¿Vive mi padre aún? Pero sus hermanos no podían responderle porque estaban desconcertados ante él. Dijo entonces Iosef a sus hermanos: Por favor, acérquense a mí. Y ellos se le acercaron. Les dijo: Yo soy Iosef, su hermano, a quien vendieron a Egipto. Pero no se aflijan ni les pese por haberme vendido acá, que para preservar la vida me envió Elohim delante de Uds.
- Iosef y el Paró llaman a Iaacov a Egipto: O sea, no fueron Uds. quienes me enviaron acá, sino Elohim, que me puso como Gran Visir de Paró, como amo de toda su casa y como gobernador de todo Egipto. Apúrense y vayan a lo de mi padre y díganle: Así dijo tu hijo Iosef: Elohim me designó amo de todo Egipto. Desciende a mí, no te detengas. Habitarás en el distrito de Goshen y estarás cerca de mí, tú, tus hijos y tus nietos; tu ganado menor, tus vacunos y todo lo que tienes. Besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos. Y después que lo vieron llorar y que las lágrimas brotaban de su corazón sus hermanos hablaron con él. La novedad se divulgó en el palacio de Paró: Vinieron los hermanos de Iosef, y la noticia le pareció bien a Paró y a sus servidores. Paró le dijo a Iosef: Diles a tus hermanos: Hagan así: carguen sus animales y vayan, vayan a la tierra de Kenaan y tomen a su padre y a sus familias y vengan hacia mí, que yo les daré lo mejor de la tierra de Egipto y comerán de lo más seleccionado de la tierra.
- Iaacov se entera de que Iosef aún está con vida en Egipto: Los hermanos llegan a Kenaan y le cuentan a su padre la gloria de Iosef. Se fueron de Egipto y llegaron a la tierra de Kenaan, a lo de su padre Iaacov. Y le dieron las novedades. Le dijeron: Iosef vive aún y que él era el gobernador de todo Egipto. Pero su corazón tuvo un cambio de parecer y no les creyó. En seguida le transmitieron todo lo que Iosef les había dicho. Y cuando vio los carros que Iosef le envió para llevarlo, el espíritu de su padre Iaacov revivió. Entonces dijo Israel: Esto es mucho, Mi hijo Iosef vive aún Iré y lo veré antes de morir.
- El descenso de Iaacov y su familia a Egipto: Iaacov parte a Egipto, al encuentro de su amado hijo. Entonces Israel se puso en marcha con toda su hacienda y llegó a Beer Sheva, donde ofreció sacrificios al Elohim de su padre Itzjak. Elohim le habló a Israel en visiones de la noche y le dijo: Iaacov, Iaacov. Y él respondió: Aquí estoy. Le dijo: Yo soy el Elohim, el Elohim de tu padre. No temas descender a Egipto pues allí te estableceré como una gran nación. Yo descenderé contigo a Egipto, y Yo sin falta te haré subir también, Hashem le está prometiendo a Iaacov que sería enterrado en Israel; y Iosef pondrá su mano sobre tus ojos. Entonces Iaacov se levantó de Beer Sheva. Los hijos de Israel llevaron a su padre Iaacov, junto con sus hijos y sus esposas, en los carros que Paró había enviado para transportarlo. Tomaron sus rebaños y sus bienes que adquirieron en la tierra de Kenaan. Iaacov llegó a Egipto con todos sus descendientes.
- El reencuentro de Iaacov e Iosef. Iosef preparó su carro y fue a Goshen al encuentro de su padre Israel. Se presentó ante él, se echó sobre su cuello, y lloró mucho sobre su cuello. Israel le dijo a Iosef: “Ahora, después de haber visto tu cara, ya puedo morir, pues vives aún. Iosef les dijo a sus hermanos y a la familia de su padre: Iré e informaré a Paró y le diré: Mis hermanos y la familia de mi padre, que estaban en la tierra de Kenaan, vinieron hacia mí. Los hombres son pastores, siempre han sido hacendados. Trajeron su ganado menor, sus vacunos y toda su hacienda. Y cuando los llame Paró y les pregunte cuáles son sus ocupaciones, respóndanle: Nosotros servidores suyos siempre hemos sido ganaderos desde nuestra juventud hasta ahora, tanto nosotros como nuestros padres. Así podrán habitar en el distrito de Goshen, porque todo pastor de ovejas es abominación, es aborrecido por los egipcios”. (Las ovejas eran la deidad egipcia, de modo que los criadores de ovejas para consumo eran vistos como una abominación). (El distrito de Goshen, era especialmente rico para la cría de ganado).
- La reunión entre Iaacov y el Faraón: Iosef fue y le dijo a Paró: Mi padre y mis hermanos, con sus ovejas, sus vacunos y toda su hacienda vinieron de la tierra de Kenaan y están en la tierra de Goshen. Tomó a cinco de sus hermanos y se los presentó a Paró. Entonces Paró le habló a Iosef, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido a ti, la tierra de Egipto está delante tuyo; en lo mejor de la tierra asienta a tu padre y a tus hermanos, que habiten en la tierra de Goshen.
Entonces Iosef trajo a su padre Iaacov y lo presentó ante Paró. Iaacov saludó a Paró. Paró le preguntó a Iaacov: ¿Cuántos años tienes? Iaacov respondió a Paró: Mis peregrinaciones (por la vida) ya llevan 130 años. O sea, siempre he sido un extranjero en la vida, jamás pude establecerme concretamente. Pocos y malos han sido los años de mi vida y no han alcanzado en bienestar a los años de la vida de mis padres, a los días de su residencia temporaria sobre la tierra. Entonces Iaacov bendijo a Paró y se retiró de la presencia de Paró. Iosef estableció a su padre y a sus hermanos y les dio posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en el territorio de Ramesés. Israel se asentó en la tierra de Egipto, en el distrito de Goshen y tomaron posesión allí, adquirieron casas y campos; y fueron prolíficos y se multiplicaron mucho.
Bereshit [Génesis] 47:7 - 12
HAFTARÁ
La reunión de Iehudá (Judá) y Iosef (José), unión del Pueblo HebreoLlegó a mí la Palabra de Hashem, diciendo: Tú, hombre, toma para ti una vara y escribe sobre ella: Para Iehudá y para sus hermanos israelitas. Luego toma otra vara y escribe sobre ella: Para Iosef, la vara de Efraim, y para toda la Casa de Israel, compañeros suyos. Acércalas a ti, una a la otra como si fuesen una sola vara, y que se unifiquen en tu mano. Y cuando te pregunte la gente de tu pueblo, diciendo: ¿No nos explicarás qué significa esto para ti?, les dirás: Así dice Hashem, Elohim: Mira, estoy tomando la vara de Iosef, que está en mano de Efraim y junto con él las Tribus de Israel y estoy poniendo la vara de Iehudá con ella; y haré de ellos una sola vara y serán uno solo en Mi mano. Las varas sobre las que escribirás estarán sobre tu mano, a la vista de ellos. y les dirás: Así dice Hashem, Elohim: Mira, tomaré a los israelitas de entre las naciones a las que han emigrado. Los recogeré de alrededor y los traeré a su propia tierra. Haré de ellos una sola nación en la tierra (simbolizado por la unión de las dos varas), en las sierras de Israel.
Iejezkel [Ezequiel] 37:15 - 28
El Mensaje sobre la unión de Iehudá y Iosef, probablemente fue comunicada al profeta al final de la visión anterior, (El valle lleno de huesos secos). Su enlace con esto es evidente, ya que trata de la unión de las ramas entonces cortadas de la casa de Israel, y de la prosperidad subsiguiente que debería acompañar al Israel unido bajo el gobierno del Rey Mesiánico del futuro. La visión de Ezequiel es un mensaje de esperanza para todos los que están desanimados o dispersos. Enseña que Hashem siempre está con nosotros, y que nos puede restaurar a la vida. Resumiendo, vemos tres factores importantes:
- Perdón: Hashem perdona a los israelitas por sus pecados y los restaura a su favor.
- Esperanza: La visión da esperanza a los israelitas de que serán restaurados y prosperarán.
- Restauración: La visión representa la futura restauración de Israel, tanto física como espiritual.
La palabra restauración es la clave de esta porción. Todos obedecerán la Torá. Y eso se va a lograr con la segunda venida de Nuestro Mashiaj Yeshua. Como dice Rab Shaul [el apóstol Pablo] de los dos pueblos hizo uno. Vamos a ser un solo pueblo.
BRIT HADASHÁ
Llegaron al lugar que se llama Gat-Shemanim (Getsemaní), y les dijo a sus discípulos: Siéntense aquí, mientras yo oro. Llevó consigo a Kefá, a Yaaqov y a Yojanán, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Tengo una tristeza de muerte. Quédense aquí y manténganse alerta. Pasando un poco adelante, se postraba en tierra y oraba que de ser posible, no tuviera que pasar por aquel momento.Decía: Abba! (Padre), todo es posible para ti Aparta de mí este trago, pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres. Volvió y los halló durmiendo, y le dijo a Kefá: Shimón, ¿duermes? ¿No has podido mantenerte alerta una sola hora? Manténganse alerta y oren, para que no caigan en tentación. El espíritu en verdad está dispuesto, pero la carne es débil. De nuevo se apartó y oró diciendo las mismas palabras.
Marcos 14:32 - 72
La porción nos narra la oración de Yeshua en Getsemaní, la traición de Judas Iscariote uno de sus discípulos, el arresto de Yeshua, lo que marca el comienzo de la muerte de Yeshua y la negación de Kefa [Pedro] en tres ocasiones antes de que cante el gallo.
COMENTARIOS
REFLEXIÓN DE LA PARASHÁ
- Por el camino de la filistea los israelitas podían llegar a Canaán, caminando normalmente, en once días, pero viendo el Eterno que no estaban preparados para constituir un pueblo bien disciplinado, con sus leyes y estatutos, les guio por un camino opuesto, a fin de entrenarles espiritualmente
antes de ocupar la Tierra Prometida. - El Cántico contiene: (a) Una alabanza general al Eterno Di-s, por ser el Poderoso Salvador, tanto nuestro como de nuestros
antepasados, ante quien nada ni nadie puede resistirse; (b) un repaso de los milagros que acompañaron la partición del mar; (c) el plan que el Faraón tuvo en mente al perseguir a la nación y el rotundo fracaso de sus designios; (d) la reacción de los cananeos y demás naciones ante el milagro y lo que este presagiaba para ellos y,
finalmente, (e) el futuro de Israel como la nación del Eterno Di-s en Éretz Israel. - Mirando la parashá desde la óptica espiritual, el Eterno nos está enseñando, a desarrollar la EMUNA, LA FE.
- En Eterno en el salmo 91 nos da un cuadro de toda su protección para nosotros
- Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza, nuestro protector, es fiel no importando nuestra circunstancia, está presente en momentos BUENOS, y en momentos NO TAN BUENOS,
- El Eterno nos esta recordando que él nunca nos a desamparado, que nunca nos ha dejado, ni nunca nos dejara; Nos dice: No te dejo, no te dejara, no te abandonare; Mas bien nosotros somos los que nos salimos de los parámetros del Eterno, cuando desobedecemos sus mandamientos y estatutos.
- Decimos obedecer y guardar, pero algunas veces hacemos caso omiso a cumplir a cabalidad la Torá/La Biblia.
- Él nos protege de día y de noche, como protegió a nuestro pueblo en el desierto; Hashem es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
- La provisión del maná era diaria, no semanal ni mensual, porque el Eterno quería enseñarle a su pueblo (y a nosotros hoy) que, más allá del alimento físico, la mayor necesidad que tiene el hombre en esta vida, en medio del desierto, en medio de las dificultades, es una relación íntima que dependa de Él.
- ¡Necesitamos saber que Él es el Señor, y debemos conocer que Él es nuestro Elohim!, nuestro proveedor.
- A pesar de todas las indicaciones que el Eterno les dio, muchos fueron tercos, y desobedecieron desafiando las órdenes del Eterno y salieron el séptimo día a recoger alimentos, pero no les cayo nada. Igual nos pasa hoy en día, decimos obedecer al Eterno, decimos cumplir con sus mandamientos, pero muchas veces en el día de reposo, lo aprovechamos para hacer cosas que por estar trabajando no podemos hacer.
- Que el Eterno nos ayude a
verdaderamente obedecerle,
ya que es para nuestro propio
beneficio