UN TABERNÁCULO PARA HABITAR
Y habló el Eterno a Moshé, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo (Tishrei) será la fiesta solemne de los tabernáculos (Sukkot) al Eterno por siete días. El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Siete días ofreceréis ofrenda encendida al Eterno; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida al Eterno; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis.
Vaikrá [Levítico] 23:33-36
Sukkot es la tercera de las fiestas de peregrinaje. Esta fiesta conmemora los días de peregrinación del pueblo judío a través del desierto en camino hacia la Tierra Prometida luego de haber salido de Egipto. A pesar de que caminaron por espacio de 40 años como consecuencia de su desobediencia, pero Hashem se mantuvo continuamente con ellos, les protegía y les suplía a sus necesidades. Hashem los protegió y les proporcionó alimentos y refugio en forma de nubes de gloria. La fiesta de Sukkot se celebra durante 7 días, comenzando el 15 de Tishrei (septiembre/octubre). La sukka es una estructura temporal que se construye para la fiesta de Sukkot, durante los 7 días de fiesta es un precepto comer y dormir en la Sukka.
- Otros nombres de la fiesta de Sukkot: Fiesta de las Cabañas, Fiesta de la Recolección, Fiesta de la Alegría, entre otros.
- Que enseñanza nos deja la fiesta de Sukkot: La Sukka: 1. La sukka es una estructura frágil y temporal, recordándonos nuestra vulnerabilidad y dependencia en Hashem (Isaías 41:13). 2. Representa la Emuna/fe del pueblo hebreo en la protección divina durante su viaje por el desierto (Salmo 62: 5). 3. Es un símbolo de unidad, ya que se construye y se habita en comunidad (Malaquías 2:10). 4. Vivienda temporal, lo terrenal es temporal, es transitorio 2 Corintios 4:18). 5. No aferrarnos a los bienes terrenales (1 Timoteo 6:7-8). 6. Reconocer que dependemos completamente de Nuestro Creador (Jeremías 17:7-8/Prov. 3:5-6). 7. Debemos aprender a ser agradecidos con Hashem (Hechos 12:28).
- Los Siete Ushpizin “invitados”: Se acostumbra a invitar a siete personajes especiales a la sukka durante la fiesta de Sukkot. Los cuales se mencionan en varios textos de la tradición judía, como el Talmud (tratado de suká 28 a-b), El Misdrash Rabbá (Génesis 70:12), El Shulján Aruj (resumen del código de la ley judía), entre otros.
- Simbolismo:
- Abraham: El patriarca de la fe hebrea, conocido por su hospitalidad y fe en Dios.
- Isaac: El hijo de Abraham, que simboliza la continuidad de la tradición y la fe.
- Jacob: El tercer patriarca, que representa la lucha y la perseverancia en la fe.
- Moisés: El líder que guio a los hebreos fuera de Egipto y recibió la Torá.
- Aarón: El hermano de Moises y primer sumo sacerdote de los hebreos.
- José: El hijo de Jacob, que simboliza la sabiduría y la providencia divina.
- David: El rey que unificó a los hebreos y estableció Jerusalén como capital.
- Cada invitado representa una virtud o característica que se busca cultivar durante la fiesta de Sukkot: 1. Hospitalidad (Abraham) 2. Fe y perseverancia (Isaac) Lucha y crecimiento espiritual (Jacob) 4. Liderazgo y guía (Moses) 5. Servicio y dedicación (Aarón) 6. Sabiduría y providencia (José) 7. Unidad y liderazgo (David).
- Costumbres al entrar a la Sukka: Las 3 Kavanot (intenciones) al entrar en la Suká son:
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- Kavanat HaTevilah (Intención de Morar): Al entrar en la sukká, se debe tener la intención de morar en ella, como si fuera tu hogar. Esto simboliza la dependencia en Dios y la renuncia a la comodidad.
- Kavanat HaEmunah (Intención de Fe): Se debe tener fe en que Dios es el que nos protege y nos provee, tal como lo hizo en el desierto. Esto nos recuerda que nuestra verdadera seguridad y bienestar provienen de Dios.
- Kavanat HaSimjá (Intención de Alegría): Al entrar en la sukká, se debe tener la intención de experimentar alegría y júbilo, ya que la sukká es un símbolo de la protección y provisión divina. Esto nos recuerda que la verdadera alegría proviene de nuestra conexión con Dios.
Estas Kavanot nos ayudan a enfocarnos en el significado espiritual de la sukká y a conectar con Dios de manera más profunda.
- Yeshua en la fiesta de Sukkot: En el Evangelio de Juan 7:1-53, se describe cómo Yeshua asistió a la fiesta de Sukkot en Jerusalén. Durante la fiesta se encendían grandes lámparas en el Templo para simbolizar la luz de Dios. Yeshua declaró: «Yo soy la luz del mundo» (Juan 8:12), identificándose con la luz divina. En la fiesta se realizaba una ceremonia llamada «Nisek HaMayim» (Ofrenda de Agua), donde se vertía agua sobre el altar para simbolizar la provisión divina. Yeshua declaró: «El que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás» (Juan 4:14). La presencia de Dios entre su pueblo. Yeshua declaró: «Yo estoy en el Padre y el Padre en mí» (Juan 14:10), enfatizando su conexión con Dios. La sukká representa la presencia divina en medio de su pueblo. Yeshua dijo: «Yo estoy con ustedes siempre» (Mateo 28:20), recordándonos su presencia continua. Yeshua y la fiesta de Sukkot tienen una conexión profunda, Yeshua es la luz, el agua viva y la presencia divina en medio de su pueblo.
- ¿Qué enseñanza nos deja la fiesta de Sukkot?: De la fiesta aprendemos, que debemos ser creyentes de fe y confiar en el Eterno; ser personas agradecidas con lo que tenemos hasta el día de hoy; la unidad en comunidad y la hermandad como una sola familia; la humildad, no necesitamos de lujos para ser felices; la Sukka nos conecta con la naturaleza y su belleza; la vida es temporal, debemos aprovechar cada momento y no alejarnos de nuestros seres queridos por simplezas.