Parashá Vaiakhel [Y reunió]

Moshé reúne al pueblo de Israel y les reitera el mandato de observar el Shabbat. Luego transmite el mandato de construir el Mishkán. El pueblo dona los materiales requeridos en abundancia. Moshé les ordena que dejen de donar. El Mishkán es completado junto a todos sus componentes y traído frente a Moshé, quien lo erige y unge con aceite de la unción e inicia a Aarón junto a sus cuatro hijos en el sacerdocio.

Parashá Ki Tisá [Cuando Cuentes]

El pueblo de Israel es a mandado a contribuir, cada uno, con medio shekel de plata para el Mishkán. El Kior, el aceite de la unción y el incienso se mandan a construir. El pueblo construye un ídolo para adorar al ver que Moshé se demoraba. Moshé intercede por el pueblo para que el Eterno no los destruya. Moshé vuelve a subir con un nuevo par de tablas al monte Sinaí.

Parashá Terumá [Contribución]

El pueblo de Israel es llamado a contribuir con quince materiales para hacer el Mishkan. En la cima del Monte Sinaí, Moshé recibe las instrucciones detalladas sobre como contruirlo. Se detalla especificamente como hacer las cortinas, paderedes, habitaciones y elmentos que componen el tabernáculo.

Parashá Beshalaj [Al dejar ir]

Poco tiempo de que los hebreos salieron de Egipto, Paró los persigue para forzarlos a volver. Moshé eleva su bastón y el mar se abre en dos para que los hijos de Israel pase. Las aguas de mara se vuelven dulces. El maná cae del cielo para alimentarlos. El pueblo es atacado por los Amalekim.

Parashá Bo [Ve / Entra]

Las últimas tres plagas son enviadas sobre Egipto; langostas, oscuridad y la muerte de los primogénitos. Se establece un mandamiento sobre el calendario basado en el ciclo mensual lunar. Se establece Pésaj a partir del sacrificio de un cordero apartado y un mandamiento de consagrar los primogénitos, así como el mandamiento de los Tefilín como un recordatorio del Éxodo.

Parashá Va’erá [Y me mostré]

El Eterno se revela a Moshe. En su palabra toma las cuatro expresiones de redención [Sacar, Liberar, Redimir y Tomar]. Moshe y Aarón hablan con Paró repetidas veces para liberar al pueblo, sin embargo, Paró se niega. El Eterno envía plagas sobre Egipto, pero Paró se niega y endurece su corazón.