EL VALOR DE LA COMUNIDAD
- Ordenanzas para los israelitas: Hashem le dijo a Moshé: Y éstas son las ordenanzas que expondrás ante ellos los israelitas: Si adquieres un esclavo (Eved en hebreo), trabajará seis años, pero al séptimo año saldrá libre, sin cargo alguno para él. Si entra soltero, saldrá soltero. O sea, si entró soltero, su patrón no le puede asignar una esclava cananea para que produzca esclavos; si entra casado, su esposa saldrá con él. Mientras el esclavo está al servicio de su patrón, el patrón está obligado a mantener a la esposa de aquel, obligación que cesa cuando el esclavo recupera su libertad. Si su amo le proporciona una esposa y ella le da hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán propiedad de su amo, y él saldrá solo. Pero en este caso, si el sirviente dijese: Quiero a mi amo, a mi esposa y a mis hijos, y renuncio a mi libertad para quedarme con ellos, entonces su amo lo llevará ante los jueces, lo arrimará a la puerta colocada en un marco y su amo le atravesará la oreja con un punzón. Así se convertirá en esclavo suyo hasta siempre.
- Leyes civiles y penales: Los primeros tres capítulos, se entregan una serie de reglas y mandamientos. Leyes civiles y leyes penales. Las cuales tiene que ver con el trato con el prójimo, como la esclavitud, la violencia, el secuestro, la restitución, no maldecir, no pegarles a los padres, ni maldecirlos, no matar, no robar, el cuidado de las viudas, el cuidado de los huérfanos, el cuidado de los extranjeros. Cualquiera que ataque a una persona y cause su muerte tiene que ser puesto a muerte. Si no fue premeditado sino un acto de Elohim, entonces Yo designaré para ustedes un lugar a donde puede huir. Pero si alguno, de su propia voluntad, mata a otro deliberadamente después de premeditarlo, lo tomarás aun de mi altar y lo matarás. (Núm. 35:20-21; Deut 19:11-13: Hechos 10:26). Cualquiera que ataque a su padre o madre tiene que ser puesto a muerte (Mateo 15:4). Cualquiera que secuestre a alguno de los hijos de Israel tiene que ser puesto a muerte, indiferentemente si ya lo ha vendido o la persona es encontrada aún en su poder. Cualquiera que maldiga a su padre o madre tiene que ser puesto a muerte. Si dos personas pelean, y una golpea a la otra con una piedra o con su puño, y la persona herida no muere, pero tiene que quedarse en cama; entonces, si se recupera lo suficiente para poder caminar por fuera, aun con un bastón, el que atacó será libre de toda culpa, excepto de compensarlo por la pérdida de tiempo y tomar la responsabilidad por su cuidado hasta que la recuperación sea completa.
- Leyes sobre el cuidado de los animales: Si alguien roba un buey o una oveja y la sacrifica o la vende, pagará cinco bueyes por un buey y cuatro ovejas por una oveja.
- Comportamiento con el prójimo: Si una persona confía en mano de su vecino dinero o bienes, y son robados de la casa del depositario, entonces, si el ladrón es encontrado, él tiene que pagar el doble. Pero si el ladrón no es encontrado, entonces el depositario tiene que declarar delante de Elohim que él mismo no fue el que tomó los bienes de la persona. En todo caso de disputa sobre posesión, ya sea de un buey, un asno, una oveja, ropa o cualquier propiedad perdida, donde una persona dice: Esto es mío, ambas partes tienen que venir delante de Elohim; y al que Elohim condene tiene que pagar al otro el doble.
- El cuidado de las viudas, los Huérfanos y los extranjeros: No puedes dañar ni oprimir a un extranjero que viva contigo, porque tú mismo fuiste extranjero en la tierra de Mitzrayim. No abusarás de ninguna viuda ni huérfano. Si abusas de ellos en cualquier forma, y ellos claman a mí, Yo ciertamente escucharé su clamor. Mi furia arderá, y Yo te mataré con la espada, tus propias esposas serán viudas y tus propios hijos huérfanos.
- Sobre préstamos, no cobrar intereses: Cuando le prestes dinero a Mi pueblo, al necesitado que está contigo, no lo presiones para que te salde su deuda, ni le cobres interés si tienes que decidir a quién prestarle, Mi pueblo tiene prioridad. Y dentro de Mi pueblo, la prioridad la tienen los más necesitados. Si tomas como prenda la vestimenta de tu semejante, deberás devolvérsela antes de que se ponga el sol. Pues es seguramente ése es su único abrigo, es su ropa para resguardar su piel del frío). ¿con qué dormirá Cuidado, pues si clamase a Mí, Yo escucharé su llamado porque soy compasivo.
- Cuando prestes dinero a Mi pueblo, al necesitado que está contigo: El beneficiario de un préstamo puede ser tanto un necesitado como un pudiente, sin embargo, en este caso la Torá enfatiza al necesitado. El Talmud enseña que un préstamo otorgado sin la presencia de testigos equivale a poner un obstáculo en el camino de un no-vidente, porque entonces el prestatario podría sentirse tentado a negar el préstamo en cuestión. En cambio, la caridad debe hacerse en un marco de máxima discreción, para evitar incomodar al destinatario de la misma. La paráfrasis con que la Torá plantea el presente viene a aludir a esa importante regla: Cuando prestes dinero debes hacerlo en presencia de Mi pueblo. En cambio, cuando ayudes a un menesteroso, debes hacerlo con total reserva, de modo tal que sólo él esté contigo.
- Reconocer a la autoridad: No blasfemes a Elohim ni maldigas a ningún líder de tu pueblo.
- No demores tus Bikurim “Primicias”: No tardarás en ofrecer de tu cosecha de grano, aceite de oliva o vino.
- Ordenanzas relativas a la administración de justicia: No aceptes rumores falsos. No te hagas cómplice de un corrupto para hacerte testigo fraudulento. No sigas a la mayoría para hacer el mal. Un juez debe evaluar cada caso sobre la base de los testimonios y conforme a derecho. Y no debe dejarse arrastrar por los corruptos que buscan pervertir la justicia, ni siquiera si fuesen la mayoría. No juzgues en un proceso inclinándote hacia la mayoría que desvirtúa la justicia. Toma distancia de la palabra falsa. No ejecutes al inocente o al virtuoso, los jueces tienen prohibido decretar la pena capital en base a pruebas inconsistentes o en base a lo que su lógica les indique. Sólo son válidos los testimonios certeros, pues Yo no exoneraré al perverso. No aceptes soborno, ni siquiera para emitir un dictamen honesto. Y menos aún para pervertir la justicia, pues el soborno ciega a los que ven y corrompe las palabras justificadas.
- Leyes Religiosas – El año sabático, el Shabat: Por seis años sembrarás tu tierra y recogerás en la cosecha. (Lev 25:3). Pero el séptimo año, la dejarás descansar y que yazca baldía, para que el pobre de entre tu pueblo pueda comer; y lo que ellos dejen, los animales salvajes en el campo pueden comer. Haz lo mismo con tu viña y tu olivar. O sea, no podrás trabajar la tierra ni podrás comercializar su producto. Y podrás acopiar sólo lo que necesites para el consumo de tu casa, pero si se acabara en el campo algún producto de la tierra, deberás sacar de tu depósito y llevarlo al campo, para que todos puedan tener provecho. En el séptimo año, todos pueden comer libremente los productos de la tierra, sin necesidad de apartar los diezmos.
- Guardar el Shabat: Por seis días trabajarás. Pero en el séptimo día, descansarás, para que tu buey y asno puedan descansar, y el hijo de tu esclava y el extranjero sean renovados.
- Festividades del Eterno-Se le recuerda al pueblo su compromiso con las fiestas del Eterno-Las Tres Peregrinaciones anuales-Pesaj, Shavuot y Sucot: Tres veces al año tienes que observar una festividad para mí. Guarda la festividad de Matzot: por siete días, como Yo te ordené, tienes que comer matzot (pan ácimo) en el tiempo determinado en el mes de Aviv; porque fue en ese mes que saliste de Mitzrayim. Nadie se presentará delante de mí con las manos vacías. Sigue la festividad de la cosecha (Shavuot), los primeros frutos (Bikurim) de tu esfuerzo, que hayas sembrado en el campo; y último, la festividad de la recogida, al final del año (Sukot), cuando recojas del campo el resultado de tus esfuerzos. Tres veces al año todos tus hombres aparecerán delante del Amo (del universo) Hashem. No ofrecerás sangre de mi sacrificio con pan leudado, ni la grasa de mi festividad permanecerá toda la noche hasta la mañana. Traerás los mejores primeros frutos de tu tierra a la casa de Hashem tu Elohim.
- Mishpatím Ordenanzas divinas: El cuarto capitulo, el pacto del Eterno con Israel: Sellando el Pacto – la entrega de la Torá: Él dijo a Moshé: Asciende hacia Hashem, tú con Aharón, Nadav y Avihú y 70 de los ancianos, sabios referentes de Israel. Prostérnense desde lejos. Moshé que se acerque hacia Hashem. Que los demás no se acerquen, ni tampoco el pueblo ascienda con él. Moshé fue y le transmitió al pueblo todas las palabras de Hashem y todas las ordenanzas. Y el pueblo respondió unánimemente: “Todo lo que dijo Hashem, lo haremos”. Moshé escribió todas las palabras de Hashem muy temprano por la mañana, se levantó y construyó un altar al pie del monte y 12 monumentos, por las 12 Tribus de Israel. Luego mandó a los primogénitos de los israelitas que ofrecieran ofrendas Olá y sacrificaron novillos a Hashem como ofrendas Shelamim (de paz). Entonces Moshé tomó la mitad de la sangre y la vertió en dos tazones y la otra mitad la salpicó sobre el altar. Y después tomó el Libro de la Alianza (o sea, el Libro de la Torá) y se lo leyó al pueblo. Y ellos respondieron: “Todo lo que dijo Hashem, haremos y obedeceremos”. Entonces Moshé tomó la sangre y la salpicó sobre el pueblo, diciendo: “Miren, la sangre de la alianza que Hashem selló con Uds. acerca de todas estas cuestiones!”. Y ascendió Moshé con Aharón, Nadav y Avihú, y 70 de los ancianos de Israel, al monte.
HAFTARÁ
Violación del pacto de liberar a los esclavos: Esta es la palabra de Hashem que se dirigió a Yirmeyah (Jeremías), después de que el rey Tzidkiahu (Sedequías) sellara un pacto declarando la libertad de todo el pueblo en Yerushalayim (Jerusalén): El pacto establecía que cada uno debía dejar en libertad a sus sirvientes hebreos ya sean hombres o mujeres, para que nadie tuviera como esclavo a su hermano judío. Todos los líderes y el pueblo que entraron en el pacto aceptaron liberar a sus sirvientes hebreos, para no esclavizarlos más. Pero después se arrepintieron y los obligaron a volver y a servirles nuevamente como esclavos. Entonces la palabra de Hashem se dirigió a Yirmeyah diciéndole: Así dice Hashem, Elohim de Israel: Yo hice el siguiente pacto con los ancestros de Uds., el día que los saqué de la esclavitud en Egipto: Al comienzo de cada séptimo año cada uno de Uds. deberá dejar en libertad al hermano hebreo que se les haya vendido como esclavo. Él puede servirte como esclavo durante seis años, y entonces debes liberarlo. Pero los ancestros de Uds. no Me escucharon ni Me prestaron atención. Hoy Uds. cambiaron de actitud e hicieron lo que a Mí Me parece bien, pues cada uno declaró la libertad de su prójimo. E incluso Uds. sellaron un pacto ante Mí, en el Gran Templo que lleva Mi Nombre. Sin embargo, después Uds. renegaron y profanaron Mi Nombre, cuando cada uno obligó a los sirvientes que había liberado a que volvieran a servirles como esclavos. Por eso, así dice Hashem: Uds. no Me obedecieron, no declararon la libertad de sus hermanos y de sus semejantes. Por lo tanto, Yo declaro contra Uds. la libertad de la espada, de la peste y del hambre.
BRIT HADASHÁ
Rav Shaúl ante el concilio: Shaúl les miró fijamente, y dijo: Hermanos, he estado desempeñando mis obligaciones a Hashem con una conciencia perfectamente limpia hasta el día de hoy. Pero el Cohen Hagadol Hananyah (sumo sacerdote Ananías) ordenó a los que estaban parados cerca de él, que le golpearan en la boca. Entonces Shaúl le dijo: Hashem te va a golpear a ti, pared blanqueada ¿Te sientas tú ahí para juzgarme de acuerdo a la Torá, y aún en violación a la Torá, mandas que me golpeen? Los hombres que estaban cerca dijeron: Este es el Cohen Hagadol de Elohim a quien estás insultando Shaúl dijo: Yo no sabía, hermanos, que era el Cohen Hagadol, porque dice el Tanaj: No hablarás con desprecio de un gobernador de tu pueblo. Pero como sabía que una parte del Sanhedrin consistía de Tzedukim (saduceos) y otra de Perushim (fariseos), Shaúl gritó: Hermanos, yo mismo soy un Parush (fariseo) e hijo de Perushim (fariseos); y es relacionado con la esperanza de la resurrección de entre los muertos que estoy siendo juzgado. Cuando él dijo esto, una discusión se suscitó entre los Perushim y los Tzedukim, y la asamblea fue dividida. Porque los Tzedukim niegan la resurrección, y la existencia de malajim (ángeles) y ruajim (espíritus); cuando, por el contrario, los Perushim reconocen ambos. Por lo tanto hubo un gran alboroto cuando algunos de los maestros de la Torá, que estaban del lado de los Perushim, se levantaron y se unieron a la discusión, diciendo: Nosotros no encontramos ningún mal en este hombre, ¿qué si un ruaj (espíritu) o un malaj (ángel) le ha hablado? La disputa se tornó tan violenta, que el comandante, temiendo que Shaúl fuera despedazado por ellos, ordenó a los soldados que fueran, lo cogieran a la fuerza y lo regresaran a los cuarteles. A la noche siguiente se presentó el Adón, y le dijo: ¡Toma valor! Porque tal como has sido un testigo lleno de fidelidad para mí en Yerushalayim (Jerusalén), asimismo debes dar testimonio en Roma.
La Brit Hadasha nos narra un episodio crucial en el viaje de Rab Shaúl (Apóstol Pablo), donde comparece ante el concilio judío en Jerusalén. La escena está llena de tensión y drama, revelando la valentía de Pablo en medio de la adversidad y su profundo compromiso con la verdad. Vemos temas como, la falsa acusación, la autoridad de Rab Shaúl para defenderse y demostrar su inocencia, demostrando una conciencia limpia delante de Hashem y que no ha hecho nada malo. Un pasaje inspirador que nos recuerda la importancia de la valentía, la integridad y la confianza en Hashem. La historia de Rab Shaúl nos anima a ser testigos fieles de la verdad, incluso en medio de la oposición.
COMENTARIOS
REFLEXIÓN DE LA PARASHÁ
- Por el camino de la filistea los israelitas podían llegar a Canaán, caminando normalmente, en once días, pero viendo el Eterno que no estaban preparados para constituir un pueblo bien disciplinado, con sus leyes y estatutos, les guio por un camino opuesto, a fin de entrenarles espiritualmente
antes de ocupar la Tierra Prometida. - El Cántico contiene: (a) Una alabanza general al Eterno Di-s, por ser el Poderoso Salvador, tanto nuestro como de nuestros
antepasados, ante quien nada ni nadie puede resistirse; (b) un repaso de los milagros que acompañaron la partición del mar; (c) el plan que el Faraón tuvo en mente al perseguir a la nación y el rotundo fracaso de sus designios; (d) la reacción de los cananeos y demás naciones ante el milagro y lo que este presagiaba para ellos y,
finalmente, (e) el futuro de Israel como la nación del Eterno Di-s en Éretz Israel. - Mirando la parashá desde la óptica espiritual, el Eterno nos está enseñando, a desarrollar la EMUNA, LA FE.
- En Eterno en el salmo 91 nos da un cuadro de toda su protección para nosotros
- Él es nuestro refugio, nuestra fortaleza, nuestro protector, es fiel no importando nuestra circunstancia, está presente en momentos BUENOS, y en momentos NO TAN BUENOS,
- El Eterno nos esta recordando que él nunca nos a desamparado, que nunca nos ha dejado, ni nunca nos dejara; Nos dice: No te dejo, no te dejara, no te abandonare; Mas bien nosotros somos los que nos salimos de los parámetros del Eterno, cuando desobedecemos sus mandamientos y estatutos.
- Decimos obedecer y guardar, pero algunas veces hacemos caso omiso a cumplir a cabalidad la Torá/La Biblia.
- Él nos protege de día y de noche, como protegió a nuestro pueblo en el desierto; Hashem es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
- La provisión del maná era diaria, no semanal ni mensual, porque el Eterno quería enseñarle a su pueblo (y a nosotros hoy) que, más allá del alimento físico, la mayor necesidad que tiene el hombre en esta vida, en medio del desierto, en medio de las dificultades, es una relación íntima que dependa de Él.
- ¡Necesitamos saber que Él es el Señor, y debemos conocer que Él es nuestro Elohim!, nuestro proveedor.
- A pesar de todas las indicaciones que el Eterno les dio, muchos fueron tercos, y desobedecieron desafiando las órdenes del Eterno y salieron el séptimo día a recoger alimentos, pero no les cayo nada. Igual nos pasa hoy en día, decimos obedecer al Eterno, decimos cumplir con sus mandamientos, pero muchas veces en el día de reposo, lo aprovechamos para hacer cosas que por estar trabajando no podemos hacer.
- Que el Eterno nos ayude a
verdaderamente obedecerle,
ya que es para nuestro propio
beneficio
